No se olviden de México

Miles de latinoamericanos hoy disfrutan de sus nietos gracias a un enorme país que le dio la espalda al "Cóndor" de Estados Unidos y los refugió. En cualquier barrio de cualquier país de América Latina se puede encontrar a una familia repuesta del dolor del exilio porque en México encontraron un segundo hogar en epócas de plomo y exterminio. Hoy el león está herido. Más de ocho mil muertos en la guerra más cruel contra el narcotráfico, temblores de tierra que crean pánico y la pandemia de la gripe porcina, dejan al país en un aislamiento forzado. La gente no anda en las calles. Los comercios están cerrados. Hay angustia, miedo y una depresión mayor en toda la población. Por razones sanitarias los países de la región suspenden los vuelos hacia México. Hasta el momento no hemos escuchado que los exiliados sacudan la modorra de la comodidad y se encolumnen detrás de su segunda patria. Ellos deben ser los primeros en sacar unos pesos de sus bolsillos, abrir cuentas en bancos, e impulsar a otros miles a crear una campaña de solidaridad que llegue al corazón de los mexicanos. No hay pueblo que lo merezca más. Aún herido, el león mexicano sigue vivo y luchando contra todo. Sus hombres y mujeres son hijos de los Zapata y de los Villa y es mucho decir, por eso son tan solidarios, por eso nosotros tenemos que ayudar de inmediato a ese formidable león que no pide nada, pero espera.