España hace negocio con los presos cubanos
¿Es o no un negocio del Gobierno de Zapatero conseguir las licencias extrapenales -que no liberaciones- de los presos políticos cubanos? Lo es. Primero, consigue lo que el régimen castrista desea, y le ha exigido a cambio de los presos, romper la Posición Común de la Unión Europea; puesto que esta aparente flexibilidad devolvería los créditos a los Castro, suavizarían -pagos mediantes, habrá que ver si pagan-, la deuda que han contraído con España y con el mundo. Pero, sobre todo, los Castro no decomisarían a los patrones españoles las gestiones hoteleras que España posee en Cuba, y que ha esclavizado aún más al obrero cubano. Francia y Chile se propusieron como tierra de asilo para estos hombres que han pasado siete años en las cárceles, han sido torturados, y a quienes se les ha inoculado enfermedades que aún están por investigar y tratar. Sus familias también llegan enfermas, sobre todo los niños. Moratinos insistió en que el destino final fuera España, descartando la idea de otros países. ¿Cómo fue el recibimiento? Parco, y bajo un control férreo. Ninguna máxima autoridad los esperó en la escalerilla del avión. Los instalaron directamente en un hostal de Vallecas a donde llegan inmigrantes, y han sido recibidos en calidad de inmigrantes. No de refugiados políticos, que es lo que son, violando de este modo sus derechos de refugiados políticos.
Estos presos han reafirmado que seguirán luchando en el exilio, por la libertad de Cuba. Prueba de ello es el documento que publicaron ayer , firmado por 11 de ellos, posicionándose en contra de que la UE mueva la Posición Común, puesto que la posición común ha sido, entre otras cosas, lo que ha presionado para obtener sus licencias extrapenales; y hay que pensar que otros presos quedan en Cuba. Pensando en esos presos es que este documento fue concebido, y pensando en la libertad de Cuba.
Una vez que los presos recién llegados dieron una conferencia de prensa por su cuenta, dando a conocer sus situaciones individuales, y el trato que le ha dado el Gobierno español, que ha olvidado las promesas que les hicieron en La Habana, el jefe de despacho de Moratinos ha decidido suspender una reunión que tenía con ellos para desbrozar los problemas del futuro de estos hombres. La agencia Efe informa que el grupo de presos que debía llegar hoy ayer no viajó. O sea, el régimen cubano sigue condicionando al Gobierno español, y una de las condiciones, con toda evidencia, la más fuerte, es que los presos políticos cubanos no expresen sus derechos, ni siquiera en territorio de libertad.
Hace ya bastantes años un joven disidente cubano llegó a Francia, gracias a un trámite del Gobierno de François Mitterrand y de la Iglesia católica, lo primero que le impusieron fue el silencio. No ha sido el único, por cierto. Le dieron un hábitat de la iglesia, y facilidades, a cambio de que se quedara tranquilo. Son los métodos cuando el brazo largo del castrismo maneja todavía bajo opresión y chantaje.
Si los presos cubanos que no viajaron hoy no llegan a España en las próximas horas, es culpa del castrismo, de nadie más, y no como se ha dicho, de una carta escrita por sus compañeros queriendo continuar su lucha por la libertad de Cuba, la que le impidieron cuando los encarcelaron durante la Primavera Negra del 2003, y pidiendo que sus condiciones sean claras.
Aunque es probable que los presos que debían viajar no viajaron porque del mismo modo que Moratinos ha incumplido las promesas con los presos que han llegado, seguramente esté incumpliendo las que habrá hecho con los Castro.
Por último, de cualquier modo, Zapatero gana, el exilio cubano ha probado con creces que no le tiene miedo al trabajo, el exilio cubano ha generado, con su éxito, empleos. La prueba es Miami. Estos hombres no serán una carga para los españoles. Los cubanos, en su gran mayoría, son trabajadores y generadores de empleo. Sólo se trata de darles el primer empuje, el que esperan del gobierno español, el que le prometieron. Somos una gran familia, nacida de la generosidad de los cubanos de otras épocas, quienes recibieron a los españoles con los brazos abiertos, y les permitieron hacer fortuna, dentro de aquella isla plena de oportunidades, libre y prometedora. No esperamos menos. (El País de Madrid)
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