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CAUSA ABIERTA

Novia pierde su vestido en incendio, pide uno prestado, y cientos de personas responden

Novia pierde su vestido en incendio, pide uno prestado, y cientos de personas responden

En todas las bodas hay contratiempos, pero no en todas, la novia pierde su vestido en un incendio.

¿Que haría esta novia a escasos días de su boda?

La ayuda que recibió de gente extraña nos enseña una gran lección.

Elise Phillippo, estaba planeando casarse el sábado 7 de mayo.

Tenía casi todo listo, el vestido no era ningun problema pues estaba en manos de una experta costurera, así que sólo llegado el día, luciría el vestido de sus sueños en uno de los días más felices de su vida.

Pero ocurrió lo peor.

Un incendio forestal catastrófico azotó la zona donde vivía: Fort McMurray, en la provincia de Alberta, Canadá. El incendio se había salido de control y tuvieron que evacuar a más de 80.000 personas el 3 de mayo, incluyendo a la persona que estaba haciendo el vestido de Elise. Todo se perdió en el incendio.

Phillippo, de 29 años, dijo que aunque el vestido es algo material, tiene mucho significado para ella pues es el vestido con el que una mujer se sueña en el día de su boda, y escogerlo es algo dificil. De modo que perderlo fue devastador.

En medio del caos, ella pidó ayuda a su fotógrafo de bodas. Le preguntó si sabía de alguien que pudiera prestarle un vestido.


“¿Una novia sin vestido el día de su boda? No es posible”

El fotógrafo dijo en una entrevista a Today News: “¿Una novia sin vestido el día de su boda? No es posible”. Así que publicó la petición en su cuenta de Facebook, y en una página de ayuda para novias de Toronto. En cuestión de horas cientos de personas ofrecieron ayuda.

Pronto Elise tenía más de 200 ofertas, pero aceptó la ayuda de Lea Ann Belter Nupcial, donde se probaría cualquier vestido, esto sería el jueves 5 de mayo, a dos días de su boda.

Cuando se probó su primer vestido sintió nostalgia por el vestido que se había quemado en el incendio.

Como no se decidía por uno solo, el dueño le dijo que podía llevarse dos, uno para la ceremonia y el otro para la recepción.

“No podía creer que me estaban dando dos vestidos. Me imaginé que tendría que devolverlos, pero me dijeron que podía quedarme con el vestido de la recepción“.

Al final consiguió casarse, aunque sólo pretendía que le prestaran un vestido, le regalaron uno.

Planeta Curioso

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