Museo del Carnaval cerró y envió trabajadores al seguro de paro

Ocho de los once empleados del Museo del Carnaval fueron enviados a seguro de paro y desde hoy sus puertas están cerradas al público.

Según dijo a Telenoche Juan Castel, director de Comunicación del Museo, el cierre se dio por la “falta de respuesta e interés de las autoridades” y la gerencia determinó que tres trabajadores sigan en sus puestos para cumplir con los compromisos del fideicomiso que lo administra “por si en un futuro hay una solución”.

Ocurre que hay acuerdos asumidos con la parillada, la sala de espectáculos y también con las visitas de escolares programadas que se deben cumplir por términos contractuales. El centro de documentación, el museo y las líneas de trabajo sí serán dadas de baja.

La situación que atravesaba la institución en los últimos meses había quedado en manos de la Secretaría de Presidencia. El secretario, Miguel Toma, “quedó en comunicarse con los trabajadores”, pero según indicaron los empleados, “no lo ha hecho y por eso se tomó la decisión de cerrar “.

El fideicomiso que sostiene el museo está integrado por la Administración Nacional de Puertos, que colabora con el predio y diversos servicios de infraestructura, los ministerios de Turismo y Educación y Cultura, que aportaban U$S 10.000 anuales cada uno y la Intendencia de Montevideo, que destinaba $ 750.000 pero “decidió dejar de hacerlo este año”, explicó Castel.

El funcionario indicó que al tratarse de un emprendimiento de tipo público-privado, los trabajadores no son presupuestados sino que su sueldo se abona con las partidas anuales. En los últimos tiempos, esas partidas sostenían la mitad del presupuesto del museo y siempre “se apelaba a parches”.

Para poder revertir la situación, el museo necesita del fideicomiso $5.000.000 más por año ya que el establecimiento genera de por sí otros $ 5.000.000 por entradas, tablado, espectáculos, restaurante y producciones.

Castel comentó que el museo recibe 5o.000 personas por mes y lo que preocupa es que el establecimiento “siga funcionando”. “Acá hay un montón de recursos puestos por la sociedad y el Estado y es una lástima que se les de la espalda, porque es algo que está hecho y funciona”, resumió, previo a subrayar que “es un lugar de referencia que recibe a miles de turistas por año y además trabaja con la comunidad”, razón que le valió el único Premio Reina Sofía de Iberoamérica a la recuperación y conservación del patrimonio inmaterial.