La dura lucha entre taxistas y Uber en Argentina: combaten con protestas y viajes gratuitos

Este miércoles, los taxistas de Buenos Aires nuevamente se tomaron las calles de la ciudad. Esta vez, fue en la zona aledaña a la sede del Gobierno porteño y en el emblemático obelisco, con numerosas aglomeraciones y congestiones.

La razón es una: la entrada de Uber a la capital sargentins, dando inicio a una batalla que ya ha tenido varios momentos. Todo empezó cuando, a principios de marzo, la compañía estadounidense anunciaba con bombos y platillos su llegada a Buenos Aires, convocando a todo aquel que quisiera trabajar allí.

Esto despertó la inquietud de los taxistas, preocupados tras ver las numerosas protestas de colegas suyos de otros países como Reino Unido, Francia, España, Brasil o Chile. Como en los lugares ya mencionados, el reclamo de los choferes bonaerenses pasa por una presunta "competencia desleal" entre ellos y Uber, acusando a la aplicación de funcionar de manera ilegal al no pagar los impuestos requeridos, no tener conductores con licencia profesional ni contar con seguros para pasajeros.

De este modo, el gremio de taxistas (compuesto por más de 38 mil choferes) se mantenía alerta por la puesta en marcha del servicio, y así fue el 12 de abril, cuando la compañía anunció por sorpresa el inicio de su funcionamiento. La batalla ya estaba en curso.

Así, los reclamos no se hicieron esperar y los emplazamientos a las autoridades trasandinas tampoco. Fue así como los taxistas presentaron un recurso de amparo ante la justicia de la ciudad de Buenos Aires, la cual decretó la suspensión de Uber y ordenó al Gobierno local tomar las medidas necesarias para cumplir con esta determinación, a la espera de un fallo definitivo.

Pero esto no quedó ahí, ya que los choferes también recibieron el apoyo de las autoridades. Fue el caso del secretario de Transporte de Buenos Aires, Juan José Méndez, quien advirtió que los conductores de la empresa "no regulada" podrían recibir sanciones "penales" y señaló que ese servicio es "ilegal" en la capital argentina, más allá de que funcione en cerca de 400 ciudades de 70 países.

La respuesta de Uber Tras el fallo, comenzaron las multas: el gobierno porteño procedió al retiro de los autos que prestan servicio para Uber, aplicando multas onerosas por 77.000 pesos argentinos a los choferes y clausurando los locales donde se dictaban cursos a los conductores.

Pero vino la respuesta de la compañía estadounidense. Sabiendo que se venía toda esta arremetida judicial, decidió pagar las multas que les cursaran a los choferes, como una medida de protección de los conductores, para así evitar las fugas.

El mensaje era claro: Uber sigue funcionando en Buenos Aires. Así, mantenían su postura de que el servicio no es ilegal y que lo que hacen es ser una plataforma que conecta a usuarios y choferes particulares. Y las protestas continuaron con mayor intensidad. Tras esto, el pasado 15 de abril los taxistas trasandinos realizaron cortes de calles en 25 puntos simultáneos de Buenos Aires.

"Fuera Uber", decían los carteles, demostrando su repudio a este nuevo servicio y a las respuestas de la empresa a las decisiones judiciales. "Esta gente de Uber desconoce absolutamente todo, si hay una ordenanza, si hay un juez", decía el secretario general de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, José Ibarra.

"Han entrado así a todos lados, generando discordia, caos y malestar", agregó. Pero nuevamente vino el contraataque de la empresa. Horas después de la manifestación, Uber anunciaba a todos los bonaerenses viajes gratis durante cinco días, para que los usuarios tengan la oportunidad de conocer la aplicación móvil. "Sin importar adónde vayas, ya sea a visitar a tus amigos o familia, a una fiesta para celebrar el inicio del fin de semana o a tu trabajo, podés contar con Uber gratis", decía la promoción de la compañía que opera en 64 países. El hecho, obviamente, causó la ira de los taxistas y multiplicó sus quejas a la "resistencia" de Uber. La lucha continúa.
Emol, Foto Reuters