Madre de adolescente muerta en Solymar: “Mi hija fue víctima de los narcos”

La adolescente que falleció atropellada tras el tiroteo en Solymar se llamaba Marcela y tenía 16 años. Estaba por iniciar 5º biológico porque quería ser oncóloga pediatrica. “Con que yo pueda salvar la vida de un solo niño, ya está”, decía la chica a su madre.

“Ese era el corazón de mi hija. Dejó amor por todos lados. Era un ángel. Lo dicen todos los que la conocieron”, contó Carina, la madre, en entrevista con El País.

“¡Mi hija fue víctima del narcotráfico en Uruguay! ¡Es increíble! Porque no estamos en México”, exclamó la mujer. A ella la robaron a mano armada en la puerta de su casas y a su otra hija de 19 años la intentaron violar a plena luz del día en una calle muy transitada de Solymar.

Carina recordó cómo fue que supo del accidente. Una amiga de su hija la llamó por teléfono y le pidió que fuera urgente. Marcela “iba de la mano del novio” cuando fue atropellada. Él dice que “la camioneta se la arrancó de las manos, iban riéndose”, señaló.

La mujer dijo además que nadie del Ministerio del Interior se comunicó con ella ni ofrecieron ayuda psicológica. Le dieron 10 días de licencia por duelo “y si necesito más para llorar a mi hija tengo que ir a un psiquiatra y hacerme pasar por loca”, advirtió.

Ella trabaja en el Juzgado de Ciudad de la Costa y gracias a dos amigas logró que se aceleraran los trámites para que le den los restos de su hija y poder cremarlos. “Es una vergüenza que por burocracia se tenga que esperar 72 horas para que un tipo ponga dos sellos. No se puede así. Hay que ser más humanos. No puede ser todo plata”, señaló.

Parte de las cenizas de Marcela fueron esparcidas en una plaza donde solía reunirse con amigos y el resto en La Paloma donde la jovencita dijo haber pasado el mejor verano de su vida.