Tabaré Vázquez: Quienes dan por muerto al progresismo “confunden deseos con realidad”

El presidente Tabaré Vázquez no se siente “víctima” del 2015 ni encara el 2016 “con exitismo”. Advirtió respecto a la mala gestión de los debates internos que beneficia a quienes “confunden política con espectáculo” y señaló que quienes dan por muertos a los procesos de izquierda en América Latina “confunden deseos con realidad”.

Vázquez respondíó por correo electrónico con cuestionario que le envió el semanario Búsqueda.

Consultado sobre el año que culmina dijo que “en materia de gobierno no hay años trascendentes o intrascendentes”. “Ni nos sentimos víctimas del 2015 ni encaramos el 2016 con exitismo”, afirmó.

Respecto a los enfrentamientos internos y al responder a una pregunta que mencionaba la discusión entre el expresidente José Mujica y el ministro de Economía, Danilo Astori, el primer mandatario escribió que no teme a las discrepancias o polémicas.

“Por el contrario, creo que, adecuadamente tramitadas, son enriquecedoras para todos. Pero me preocupa la mala gestión de las mismas, porque las desvirtúa y no benefician a nadie excepto a quienes, vaya a saber por qué razón, confunden política con espectáculo, debate con gritería e información con chismografía”, señaló.

Vázquez se refirió a la baja que marcan las encuestas en su popularidad y llamó a “desplegar un especial esfuerzo” en “relatar políticamente dónde estamos, hacia dónde vamos, cómo lo estamos haciendo, según qué prioridades, a qué ritmo, etc”.

“La realidad, en política, es lo que la gente vive cotidianamente”, advirtió.

El cuestionario de Búsqueda también se incluyó las victorias electorales que tuvieron partidos de derecha en Venezuela y Argentina, así como el juicio político que enfrenta la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

“Como hilo conductor señalaría la democracia electoral y la institucionalidad. Hace cuatro décadas era imposible que los gobiernos perdieran elecciones o los presidentes fueran cuestionados. Los resultados electorales podrán gustar o disgustar, los procesos de enjuiciamiento podrán ser justificados u obedecer a intereses mezquinos, pero la democracia electoral y la institucionalidad funcionan. Es verdad que la historia no es un camino rectilíneo y que en su desarrollo hay impulsos y frenos, pero aún no tengo elementos suficientes para aseverar que el ciclo progresista en América Latina está llegando a su fin. Sin subvalorar los acontecimientos que usted señala y sin desconocer ciertas limitaciones e insuficiencias del progresismo en nuestra región, creo que quienes ya le están extendiendo partida de defunción confunden deseos con realidad. Por otra parte, si el progresismo está agotado, ¿existe o está emergiendo alguna propuesta alternativa consistente y sostenible?”, preguntó.
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