Israel blindará 300 paradas de autobús en Jerusalén

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado blindar unas 300 paradas de autobús en Jerusalén a raíz del ataque ayer perpetrado contra un grupo de personas, que fueron arrolladas por un palestino mientras esperaban al transporte público.

La decisión, de la que informa hoy el diario Yediot Aharonot, fue acordada por el primer ministro en una reunión con el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, y los ministros de Transporte, Israel Katz, y Seguridad Interior, Guilad Erdán.

En el tranvía se han tomado medidas similares con la colocación de bloques de hormigón en las paradas, para proteger a los pasajeros que esperan su llegada, según el rotativo.

Una decena de personas, entre ellas un bebé de quince meses que sufrió lesiones graves, resultaron heridas ayer cuando un palestino de Jerusalén Este empotró su coche contra una parada a la entrada de la ciudad.

El palestino fue tiroteado por agentes en el lugar, antes de que aparentemente saliera del vehículo con un hacha que tenía a su lado, en lo que la Policía cree que fue una réplica de un ataque producido en octubre en uno de los barrios ortodoxos de la ciudad.

A raíz del ataque, Netanyahu convocó anoche a los tres responsables para coordinar un nuevo plan de protección del transporte público, después de que la semana pasada se restableciera el de desplegar una unidad de seguridad especial para los autobuses, como durante la segunda Intifada entre 2000 y 2005.

En la actual ola de violencia, que comenzó a principios de octubre, han muerto 122 palestinos, más la mitad de ellos atacantes o supuestos atacantes y el resto en manifestaciones contra el Ejército y la Policía israelíes que han causado más de 4.500 heridos.

Los palestinos han perpetrado en ese período 91 apuñalamientos, 34 con armas de fuego y 17 atropellos intencionados, según datos del Ministerio de Exteriores de Israel, en los que han muerto 19 israelíes, un estadounidense y un eritreo.

Otras 229 personas han sufrido heridas, de ellas 23 graves.
EFE