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CAUSA ABIERTA

Y Mujica tenía razón...La mitad de los uruguayos cree que se es pobre por falta de voluntad

Y Mujica tenía razón...La mitad de los uruguayos cree que se es pobre por falta de voluntad

Cuando el expresidente José Mujica dijo que a los uruguayos no les gustaba mucho trabajar unos cuantos papanatas se rasgaron las vestiduras. Ahora un estudio sobre los valores de los uruguayos determinó un incremento en la desconfianza hacia los desconocidos, una reducción pronunciada del orgullo nacionalista y un cambio "radical" en la percepción sobre los pobres, ya que casi la mitad de los ciudadanos (45%) piensa que en la actualidad las personas permanecen en esa situación social porque les falta voluntad para trabajar.

Los resultados para Uruguay del Estudio Mundial de Valores presentados ayer por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Ducsa y la consultora Equipos en la Torre Ejecutiva advierten un cambio en el contexto sobre el cual se ponen en práctica las políticas sociales, según dijo durante la presentación del estudio el director de Equipos, Ignacio Zuasnabar.

"El contexto sobre el cual se inscriben las políticas sociales es muy distinto y eso presenta un conjunto de desafíos distintos. No son ni mejores ni peores, son diferentes. Pero esto hay que entenderlo", sostuvo al presentar la tercera medición en Uruguay del informe global.

En tanto, el subdirector de la OPP, Martín Dibarboure, señaló que los indicadores serán utilizados por el gobierno para orientar las políticas públicas previstas a largo plazo.

En la presentación el director de Equipos destacó variantes pronunciadas en relación a tres indicadores: la desconfianza, el orgullo nacionalista y la actitud hacia la pobreza.

Aunque la encuesta fue realizada en 2011 los técnicos afirman que al tratarse de valores los indicadores son más estables que, por ejemplo, un estudio sobre la aprobación de la gestión de un presidente. En ese sentido aseguran que los resultados tienen validez pasados cuatro años por su distante relación con situaciones específicas de la coyuntura.

Al tiempo que aumentó de 12% en 1996 a 45% en 2011 la cantidad de uruguayos que adjudican a los pobres la responsabilidad por estar en esa situación debido a que "son flojos" o "les falta voluntad", también hubo modificaciones en la valoración sobre las acciones del gobierno para ayudar a esas personas. Al tiempo que aumentó de 12% en 1996 a 45% en 2011 la cantidad de uruguayos que adjudican a los pobres la responsabilidad por estar en esa situación debido a que "son flojos" o "les falta voluntad", también hubo modificaciones en la valoración sobre las acciones del gobierno para ayudar a esas personas.

El 43% de los encuestados opinó en 2011 que las acciones son "adecuadas", mientras que en 2006 habían opinado de forma similar el 36% y en 1996 el 13%.

El estudio mostró un incremento en la opinión de que el gobierno hace "demasiado" por esos ciudadanos. Hay una tendencia creciente entre quienes piensan que el gobierno hace más de la cuenta por los pobres, que era un 4% en 1996 y en la última encuesta fue un 20%.

"En la medida que los uruguayos sienten que el gobierno ha hecho cosas adecuadas o incluso demasiadas para combatir la pobreza, se empieza a asignar a las propias personas en situación de pobreza una responsabilidad mayor en permanecer en esa situación", comentó Zuasnabar.

Como contrapartida el 60% de los uruguayos piensa que las personas pueden salir de la pobreza.

La mayoría de los uruguayos (77%) piensa que "no se puede ser tan confiado" de otras personas. La encuesta advierte que ese sentimiento se da sobre todo fuera de vínculos familiares y de vecinos –donde el indicador mantiene niveles altos–, y está más relacionado con personas que recién se reconocen.

Uruguay se encuentra debajo del promedio global de confianza que es del 24%. Solo uno de cada siete ciudadanos (14%) piensa que se puede confiar en la mayoría de las personas, cuando el indicador representaba a una de cada cuatro personas en las mediciones de 2006 y 1996. En 2001 la encuesta no fue realizada por falta de fondos.

"Los muy bajos niveles de confianza en el 'tercero desconocido' llaman la atención. Una posible hipótesis para explicar estos altos niveles de desconfianza en personas desconocidas podría ser el crecimiento de la inseguridad y la delincuencia en Uruguay. Es decir, que una mayor sensación de inseguridad se vincule con menores niveles de confianza", señala el estudio. "Los muy bajos niveles de confianza en el 'tercero desconocido' llaman la atención. Una posible hipótesis para explicar estos altos niveles de desconfianza en personas desconocidas podría ser el crecimiento de la inseguridad y la delincuencia en Uruguay. Es decir, que una mayor sensación de inseguridad se vincule con menores niveles de confianza", señala el estudio.

Consultado por El Observador, Zuasnabar señaló que se trata de una hipótesis que puede estar vinculada al fenómeno pero no es un factor determinante. En tanto, el 34% de la población se declara "muy feliz" y el 52% "bastante feliz".

Otro de los puntos medidos fue el orgullo de ser uruguayo. Aunque la mayoría de los ciudadanos (92%) dijo sentirse orgulloso de serlo, la intensidad del sentimiento cayó entre las últimas mediciones.

Mientras en 2006 el 73% afirmó estar "muy orgulloso" de su nacionalidad, en el último estudio fue el 50% el que realizó la misma valoración. Zuasnabar dijo que es "una caída importante" porque "las estructuras de valores no se mueven tanto" como otros indicadores. "Los uruguayos somos conscientes de algunos problemas de nuestra sociedad que no nos tienen tan orgullosos", sostuvo.

El estudio señala en ese capítulo que el orgullo es menor entre los jóvenes que entre las personas de más edad. Incluso los jóvenes de hoy muestran menos orgullo que el mismo segmento de ediciones anteriores de la encuesta.

Aunque el informe señala como una "tendencia global" que los jóvenes sientan menos orgullo que los mayores, el documento hace referencia al caso uruguayo. "Esto podría estar asociado a que los mayores aún sienten orgullo por una sociedad pasada que vivieron aunque fuera parcialmente (la 'Suiza de América'), referencia más distante para los jóvenes", concluye la síntesis de resultados.

En el mapa cultural de valores Uruguay es el país latinoamericana más cercano a los países de la Europa católica. El capítulo de introducción del estudio señala que aunque entre 1996 y 2011 Uruguay atravesó coyunturas políticas y económicas diferentes "la matriz de fondo" de la posición cultural "se mantiene".

Aunque los uruguayos mantienen comportamientos similares a los de otros latinos como ser sociedades abiertas, estar orientadas a la calidad de vida y la realización personal, se distancia de la región por la racionalidad.

"Uruguay se ha diferenciado del resto de los países latinoaméricanos por ser una sociedad menos tradicional, y más secular", afirma el estudio presentado ayer por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y la consultora Equipos.

El 89% de los uruguayos dicen que nunca se justifica pegarle a una mujer. La cifra llevó al director de Equipos, Ignacio Zuasnabar, a señalar un desfasaje entre la opinión de los ciudadanos y la realidad. "En Uruguay no es legitimada la violencia de género pero no quiere decir que no se practique", sostuvo. "Se salva el teórico, pero se pierde el práctico", dijo. En el año 2011, cuando fue realizada la encuesta, hubo en Uruguay 15.868 denuncias por violencia doméstica, según datos del Ministerio del Interior. En tanto, la última encuestra mostró un aumento relevante de la tolerancia hacia las personas homosexuales. Mientras en 1996 el 45% opinaba que nunca se justifica la homosexualidad, en 2011 fue el 18%.




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