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CAUSA ABIERTA

Tabaré Vázquez enfrenta a las farmacéuticas internacionales

Tabaré Vázquez enfrenta a las farmacéuticas internacionales

En su discurso de este miércoles ante unos 200 estudiantes y académicos de la católica Universidad Sofía de Tokio, Vázquez se refirió a la relación existente entre la ciencia y la política; se basó en su experiencia como médico oncólogo de alta especialización y Presidente de Uruguay entre 2005 y 2010 y en funciones otra vez desde 2015.

El Presidente Tabaré Vázquez enfatizó en la relación entre ciencia y política para beneficio de la gente. Ante estudiantes y académicos, destacó la lucha contra el tabaco por su impacto en la salud de las personas, cuestionó a la industria farmacéutica que se enriquece con medicamentos sin probada efectividad y aseguró que el sistema estatal no puede acceder a fármacos del mismo modo que el privado.

Se autodefinió "médico oncólogo por vocación y formación, y Presidente de la República por elección y voluntad ciudadana". Agregó que no es común que alguien que proviene del quehacer científico desemboque en el acontecer político, pero que cuando sucede no es fortuito.

"Las mismas motivaciones que llevan a la ciencia, conducen a la actividad política cuando hay una buena intención", aseguró.

Según Vázquez, la ciencia es la búsqueda del conocimiento que deriva en mejores condiciones y calidad de vida de los seres humanos, factor de crecimiento económico y formación de valores y de cultura, mientras que la política es un sistema de valores y principios humanistas, proyecto y procedimiento para el desarrollo de las naciones y fortalecimiento de la comunidad.

"La política en clave de paz, libertad, democracia, justicia y desarrollo económico con inclusión social, no como endogamia de poder, sino como articulación de ese tupido, complejo y rico entramado de sueños, valores, compromisos e intereses que es la sociedad. La política de y para los ciudadanos", enfatizó.

La ciencia y la política se encuentran en un contexto de pleno funcionamiento de la institucionalidad democrática y de una estrategia de desarrollo, ambas se benefician y, sobre todo, la que se beneficia es la sociedad", apuntó.

 En esa relación de ciencia y política aparece la cuestión de los medicamentos y el rol de los estados como protección de los más vulnerables.

En ese contexto, indicó que la inversión total en salud pública y privada en América Latina y el Caribe se mantuvo, según los últimos datos de 2011, en un promedio equivalente a 7,7 % del producto interno bruto, mientras que Japón y Gran Bretaña le destinas hasta 9 %.

"Esa es parte de una realidad incómoda para la región, que tiene que ver con la desigualdad existente en el acceso a medicamentos y tratamientos de alto costo", puntualizó. "Así, mientras que los países de la región destinaron en promedio ocho dólares para cada paciente, Gran Bretaña dispuso 183 dólares y Japón 244", dijo.

Ante este escenario, Vázquez recordó que "por encima de los números y los promedios están las personas".

Hay también una distorsionada relación entre el sector público y el privado. La mayor parte de la inversión se concentra en pequeños sectores de la población con alto poder adquisitivo, como es el caso de un medicamento de alto costo para atender el cáncer de mama, como es el Trastuzumab (atiende tumores precoces del HER2) que es accesible solo para 6 % de las pacientes atendidas en el sistema público mientras que llega a 56 % en el privado.

Vázquez cuestionó a la industria farmacéutica, que juega su rol. Muchas veces surgen medicamentos como si fueran "la panacea", muy caros y que los tiene que financiar la sociedad en su conjunto, para que a los seis meses o al año demostrar que no tienen la efectividad que se les había asignado en principio y, por lo tanto, se deben buscar otros.

"En esos meses, la industria farmacéutica que puso en el mercado el producto se llevó varios cientos de miles o de millones de dólares", acusó.

"En términos de la industria farmacéutica, América Latina es un mercado en expansión. Alrededor de 88 % de los nuevos medicamentos presentados entre 2005 y 2009 fueron utilizados ya en Estados Unidos, Canadá, Europa y en Japón, pero en nuestra región la cifra de utilización es mucho más baja", dijo.

Por mucho tiempo los países latinoamericanos concentraron su inversión en salud en la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas, y estuvo "bien hacerlo", señaló. Pero ahora mejoraron las condiciones y aumenta la esperanza de vida y se invita a vivir un supuesto estilo de vida desarrollado que conlleva al aumento de pacientes con cáncer, un problema para el cual la sociedad en la región no está preparada, alertó.

"Para enfrentar la creciente morbilidad y mortalidad del cáncer, es necesario continuar abatiendo la pobreza, generando inclusión social, promoviendo educación, fortaleciendo sistemas de salud integrados con programas de detección, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de esta enfermedad", insistió.

Vázquez dijo que con este discurso procura demostrar que ciencia y política deben trabajar juntos, porque no basta con buenas intenciones de gobierno sino que hacen falta los fundamentos científicos.
UyPress

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