Blogia
CAUSA ABIERTA

El "himno-ópera" de Uruguay y las dudas de plagio

El "himno-ópera" de Uruguay y las dudas de plagio

Dusan Sesctic es, probablemente, el compositor más desafortunado del mundo. En 1988, y dado que estaba pasando apuros económicos, decidió participar en un concurso para componer el himno nacional de Bosnia, el cual tenía por objeto unificar las comunidades étnicas del país, dividido tras la guerra civil.

Dusan no pretendía ganar -sentía más nostalgia por la antigua Yugoslavia que patrotismo hacia el nuevo país- así que presentó una conmovedora canción, la cual consideró que sería lo suficientemente buena para ganar el segundo o tercer premio, y así poder ingresar algo de dinero y salir adelante.

Pero Dusan ganó y su vida cambió radicalmente de la noche a la mañana.

Varios compatriotas serbios lo tacharon de traidor, y muchos bosnios y croatas se indignaron de que un serbio hubiera sido el escritor de la melodía que representaría a su país.

Dusan tuvo dificultades para encotrar trabajo, pero 10 años más tarde ganó otro concurso, esta vez para componer la letra del himno -aunque fue rechazada por algunos políticos por cuestiones étnicas.

Entonces, en el 2009, alguien descubrió que el himno de Dusan era demasiado similar a la melodía de apertura de la película National Lampoon’s Animal House (Colegio de Animales), comedia de 1978 sobre una hermandad universitaria.

Algunos acusaron al compositor de plagio. Un periódico incluso localizó a la familia de quien compuso la banda sonora para que interpusieran una demanda contra Dusan, quien no tuvo más remedio que salir en televisión para defenderse.

"Me sentí dolido por lo que decían los titulares", me dijo Dusan después de lo sucedido.

"No conocía el nombre de la película, pero la vi y me quedé muy sorprendido. Supongo que, quizas, de joven, pude haber escuchado la banda sonora y ésta se quedó, de alguna forma, en mi cabeza. En cualquier caso, no fue plagio".

"No todo el mundo en este país es un ladrón o un corrupto. Y si yo lo fuera, entonces sería un político y tendría una vida mucho mejor", agregó.

Sin embargo, Dusan no fue ni mucho menos el único compositor de himnos acusado de plagio.

El himno de Urugay, escrito en 1846 por Francisco José Debali, se parece más a una ópera que a un himno -y su melodía principal es exactamente igual a un fragmento de una ópera de Donizetti: Lucrezia Borgia.

Hay evidencias de que Debali pudo haber escuchado la ópera algunos años antes de componer la canción, ya que fue representada en Montevideo en 1841, y también pudo haberla escuchado en Italia.

El himno y la ópera comparten nueve notas idénticas. Pero los defensores de Debali dicen que estas notas sólo representan una cuarta parte de la ópera, de dos horas de duración, y que se trata de una mera coincidencia.

El problema no se resolvió durante los años de vida de Debali, así que éste no tuvo que enfrentarse a las acusaciones a las que tuvo sí que hacer frente Dusan.

Por otra parte, la enérgica apertura del himno de Argentina también fue definida como "plagio" por sus similitudes con una obra de Clementi.

Y a Enoch Sontonga, compositor del himno de Sudáfrica, a menudo se le acusa de haber obtenido la melodía del himno de la canción Aberystwyth, obra del compositor galés Joseph Parry.

Ambos ejemplos parecen bastante descabellados. De hecho, podría decirse que es casi una tradición "tomar prestadas" las melodías, en lo que respecta a los himnos nacionales.
God Save the King

El primer himno de la historia -de acuerdo con el concepto que tenemos hoy en día- fue el God Save the King (Dios Salve al Rey) de Reino Unido.

Se trataba de una canción tradicional, redescubierta en 1745 durante la invasión del Príncipe Carlos Eduardo para restablecer a los Estuardo en el torno británico.

La derrota no tardó en llegar, pero el God Save the King se siguió cantado por décadas, hasta el punto de que otros monarcas comenzaron a considerar la opción de tener, también, su propio himno.

Pronto, esta melodía sería usada en Dinamarca, Alemania y Rusia. Incluso se convirtió en el himno del Reino Unido en Hawái. La gente reproducía la música e inventaba la letra.
Misma melodía, distinta letra

Entonces, otros países decidieron que era importante tener su propia melodía.

Sólo un país fuera de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) se negó rotundamente: Liechtenstein.

La gente allí cantaba el Oben am Jungen Rhein(Sobre lo alto del joven Rin) -la misma melodía del himno británico- sin ni siquiera pensar que un inglés podría cantar la misma canción con otra letra.

Sabían, por supuesto, que compartían la melodía británica, pero se sentían muy orgullosos de su himno.

"Siempre fue muy popular aquí y jamás nadie se planteó cambiarlo", me dijo el príncipe soberano de Liechtenstein, Hans-Adam II.

Estonia y Finaldia también comparten la melodía de su himno. Algunos dicen que dicho himno, compuesto por el compositor alemán Fredrik Pacius, fue basado en una canción de taberna de Alemania.

Muchos himnos utilizan melodías populares.

Samuel Cohen -quien compuso el himno israelí Hatikvah(La Esperanza) en 1888- explicó que tomó la melodía original de una c anción tradicional rumana, aunque algunos aseguran que la "robó" de una pieza del compositor checo Bedrich Smetana.(En cualquier caso, la melodía fue escuchada por primera vez en Italia, en el siglo XVII).

De igual modo, Corea del Sur y las Maldivas utlizaron en algún momento la melodía de Auld Lang Syne en sus himnos.

Corea del Sur la tomó prestada de misioneros escoceses, mientras que en las Maldivas, el poeta creador del himno eligió esta música después de escucharla en un reloj.

¿Qué significan todos estos ejemplos de "melodías prestadas"? ¿Son los himnos un ejemplo de plagio? ¿O acaso la gente se preocupa tan poco sobre este tema que no se da cuenta de que no son originales?

Es posible que así sea. Pero lo que verdaderamente creo es que es muy dificil crear algo original.

Si escribes un himno a día de hoy, necesitarás dar con una melodía sencilla que pueda ser tarareada en las calles y entonada durante los partidos de fútbol -pero que sea al mismo tiempo solemne y conmovedora.

Las posibilidades de componer una melodía que no recuerde a ninguna composición anterior son verdaderamente limitadas.

En Bosnia, la canción que a muchos les gustaría que fuera el himno nacional -en lugar del que compuso Dusan- es Jedna Si Jedina. Muchos bosnios incluso la cantan por encima del himno de Dusan en eventos deportivos.

Dino Merlin, uno de los músicos más populares del país, escribió esa famosa canción durante el asedio a Sarajevo. Sin embargo, sólamente compuso la letra. La melodía la obtuvo, directamente, de una canción popular.

Lea el artículo original en inglés, publicado en BBC Magazine.

0 comentarios