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CAUSA ABIERTA

Amodio Pérez a careo con tres extupamaros mientras se complica su regreso a España

Amodio Pérez a careo con tres extupamaros mientras se complica su regreso a España

El extupamaro Héctor Amodio Pérez tendrá este jueves ante la jueza penal Julia Staricco un careo con Carlos Martell, Julio Listre y Pascual Quartiani, tres de sus excompañeros que lo acusan de haber facilitado sus detenciones y posterior sometimiento a torturas.

Uno de los nuevos citados para este jueves es el ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, a quien Amodio le formula graves acusaciones. Huidobro ha escrito varios libros en los que analiza la colaboración de su excompañero en la caída de la organización.

A su vez, Amodio ha señalado que "El Ñato" -como lo conocen a Fernández Huidobro- colaboró con la caída del MLN al plantear la rendición incondicional durante la tregua pactada cn las Fuerzas Armadas a fines de 1972. Además, dijo que el actual gobernante salía a la calle con militares para "·marcar" a excompañeros, la misma acusación que recae sobre él.

Más allá de estos enfrentamientos verbales, la magistrada busca confirmar la responsabilidad de Amodio en las torturas y abusos padecidos por exintegrantes del Movimiento de Liberación Nacional.

Al mismo tiempo, Amodio -que llegó al país el viernes último por una visita de 24 horas- ahora afronta otra casa por documentación apócrifa,ya que ingresó al país con pasaporte español a nombre de Walter Salvador Correa Barboza, le identidad que le otorgaron los militares en 1974 para sacarlo del país.

Si es sobreseído por las causas en las que es indagado, los problemas no se terminarán para el hombre que reapareció después de cuatro décadas.

Bajo el nombre de Correa Barboza, Amodio consiguió pasaporte español en los tiempos del generalísimo Francisco Franco en acuerdo con el gobierno de Juan María Bordaberry, y desde entonces vivía en Madrid como residente legal.

Este cambio de escenario podría complicar aún más la situación del prófugo por más de 40 años: la jueza María Elena Mainard ordenó que se le tramitara documentación a nombre de Héctor Amodio Pérez, lo que podría generarle problemas a su regreso a España. Según La Diaria, basándose en fuentes propias, ahora Amodio deberá tramitar una nueva visa de trabajo y papeles con su identidad recuperada.

Uruguay no dará por válido su pasaporte español y lo obligará a salir del país con su nuevo documento uruguayo. En España volverá a ser inmigrante y las autoridades deberán determinar si hacen lugar a sus derechos adquiridos.

Mientras corre esta gestión, el exlíder tupamaro, de 78 años, afronta una catarata de acusaciones en su contra por parte de militares de la dictadura y sus excompañeros de guerrilla.

El lunes y martes pasaron por la sede judicial los exmilitares Mario Aguerrondo y Armando Méndez, contactos de Amodio en el Batallón Florida.

Antes que ellos lo hicieron Arsenio Lucero y Orosmán Pereyra, quienes se encargaban de proveer al detenido comida, ropa y otras necesidades.

Estos cara a cara no estaban en la agenda de Amodio, quien llegó a Montevideo a presentar el libro “Palabra de Amodio” de Jorge Marius.

En las últimas horas también declararon Julio Marenales y Teresa Lezama, dos extupamaros que afirman haber sido entregados por Amodio.

Martell, Listre y Quartiani ya habían declarado esta semana, cada uno por su cuenta, narrando la participación de Amodio en operativos de las Fuerzas Conjuntas.

Ellos fueron citados a declarar en una causa elevada en 2011 por 28 expresas políticas, algunas de las cuales sostiene que fueron “marcadas” por Amodio Pérez.

Staricco intenta develar si el reaparecido líder tupamaro, considerado traidor por la organización, participó de los interrogatorios en el Batallón Florida, donde estaba recluido en condiciones de privilegio a cambio de aportar información sobre el grupo guerrillero.

En la tarde de la víspera, varios testimonios señalan que Amodio colaboraba desde bastante antes de estos casos ocurridos en 1972.

De acuerdo a esta versión, su primera detención había ocurrido dos años antes, y en ese contexto el guerrillero habría aportado datos sobre dos militares de izquierda Pedro Aguerre y Pedro Montañez, que se reunían con tupamaros. De hecho ambos son detenidos en una reunión con Amodio, quien les había tendido una trampa.

Aquel día, Montañez y Aguerre contactaron al jefe de la Columna cerca de la Facultad de Veterinaria y no repararon en que cerca de allí había una camioneta de un regimiento de Caballería.

Aguerre contó que desde allí escucharon -utilizando métodos electrónicos- la conversación con Amodio. El tupamaro les ofrecio un “intercambio de información”, y los dos militares le dijeron que estaban allí para recibir información y no para darla. Minutos después fueron detenidos y procesados por la justicia militar.

En 2013, el propio general (r) Aguerre, quien estuvo preso en el Penal de Libertad, comentó declaraciones de Amodio a El Observador sobre este episodio.

En la entrevista que le hiciera el semanario Búsqueda, Aguerre dijo que Amodio “es un mentiroso y un traidor” avalando la hipótesis de los principales líderes tupamaros y las declaraciones de los militares afines con el Golpe de Estado de 1973.

Aguerre, que tenía 86 años en ese momento, dijo creer que Amodio Pérez ya trabajaba para el Ejército en el año 1970, mucho antes de la capitulación de los tupamaros.
Padre del excomandante del Ejército del mismo nombre, Pedro Aguerre fue adherente del Partido Socialista y junto con Víctor Licandro, Líber Seregni y el mismo Montañez integraban un colectivo de militares civilistas.
FOTO. Amodio en su primera detención en 1970. Según el exsenador José Korzeniak ya colaboraba con los militares. Posando para El Observador con los libros que revisan su vida . Y en la tercera foto -completamente calvo- en entrevista con El País apenas arribado a Uruguay.






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