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CAUSA ABIERTA

Exponen imágenes inéditas de sesión en la que Marilyn Monroe se fotografió desnuda

Exponen imágenes inéditas de sesión en la que Marilyn Monroe se fotografió desnuda

Imágenes ineditas de la célebre sesión fotográfica en la que Marilyn Monroe posó completamente desnuda por primera vez podrá apreciarse en una exhibición que recorrerá diferentes ciudades de Estados Unidos.

La agencia Limited Runs de EE.UU. realizará una exposición que mostrará 21 imágenes inéditas de la serie captada en 1949, que tuvo a quien era entonces desconocida modelo de 22 años como protagonista.

De hecho, cuando se puso frente al lente del fotógrafo Tom Kelley utilizó el seudónimo de "Mona Monroe", para que no la reconocieran ya que le daba vergüenza participar en las poses, según consigna el diario británico "Daily Mail".

Las fotos fueron vendidas luego para el calendario "Golden Dreams" publicado en 1951. Una de las imágenes fue puesta en la portada del primer ejemplar de la luego famosa revista "Playboy".

"Ella posó desnuda para Kelley, que era un fotógrafo de pin-up. Necesitaba dinero, por lo que accedió a posar para él poniendo dos condiciones: la primera fue que el fotógrafo le pagaría 50 dólares, y la segunda es que la esposa de él estuviera presente", rememoró Pierre Vudrag, presidente y fundador de Limited Runs.

Pese a que se pensaba que los negativos de la sesión original se habían perdido, las 21 fotos fueron recuperadas y ahora forman parte de la exposición que se presentará esta semana en Chicago, Los Angeles, Las Vegas y Nueva York.
Agencias, Emol



"Matrioskas": Museo de Moscú revela la desconocida historia de las célebres muñecas rusas
Para muchos turistas, las "matrioskas" son un recuerdo indispensable de Rusia pero pocos conocen la verdadera historia de esta muñeca multicolor, que nació en Japón antes de convertirse en un símbolo ruso.

El Museo de Artes Decorativas de Moscú alberga hasta el 13 de septiembre la exposición "Matrioska: No es un simple juguete" que recorre la historia poco conocida de las célebres muñecas rusas.

Desde las alegres campesinas de la época zarista hasta los obreros y cosmonautas de la era soviética, pasando por Lenin, Stalin o Vladimir Putin, estas muñecas de madera encajadas unas dentro de otras reflejan desde hace más de un siglo todas las épocas y continúan haciéndolo en las tiendas de recuerdos.

"Prácticamente, cada familia rusa posee al menos una matrioska", explica la conservadora del museo, Elena Titova.

Sin embargo, incluso en Rusia, la gente piensa erróneamente que las matrioskas son el resultado de cientos de años de herencia de torneadores de madera rusos. En realidad, estas figuritas que representan una mujer robusta con su colorido pañuelo de campesina son originarias de Japón.

A finales de 1890, Oriente estaba de moda en Rusia. Un conocido industrial y mecenas ruso, Savva Mamontov, trajo de Japón una serie de siete divinidades de la Fortuna. La más grande de ellas representaba a Fukurokuju, el dios calvo de la sabiduría y la felicidad.

Más adelante el pintor Serguei Maliutin creó una versión rusa del juguete en su taller de artesanía popular en Serguiev Posad, una ciudad del Anillo de Oro, donde se encuentra el famoso monasterio de la Trinidad. El artista representó una campesina feliz que acoge dentro de ella toda su descendencia hasta su recién nacido.

La muñeca se hizo rápidamente muy popular en Rusia y recibió el nombre típico "matriona" (campesina), cuyo diminutivo es matrioska. En el año 1900 el juguete causó sensación en la Exposición Universal de París, donde ganó una medalla de bronce.

Tras la productivas pero apolíticas campesinas, las matrioskas "bolcheviques" de los años 1920 representan obreros, personajes históricos e, incluso, enemigos del pueblo como el "kulak" (denominación peyorativa de un campesino rico) con una gorra y los brazos cruzados sobre su enorme vientre.

Grandeza soviética y valores familiares

A partir de los años 1930, el estado tomó las riendas de la producción de las muñecas y aparecieron fábricas en varias ciudades rusas.

En el museo en el museo de Artes Decorativas, las muñecas de Chukotka, en el Lejano Oriente, o fabricadas por esquimales del Ártico ilustran la extensión del imperio soviético.

En la época de la URSS las matrioskas querían encarnar el internacionalismo soviético y hubo muñecas rusas, ucranianas, bielorrusas y de siete otras nacionalidades.

La conquista espacial generó toda una constelación de muñecas cosmonautas con cascos y escafandras o encajadas en un cohete.

Tras la desintegración de la URSS y la llegada del liberalismo, las matrioskas representarán a los políticos de turno. Las actuales tiendas de recuerdos de Moscú venden tanto caricaturas de Lenin, como de Vladimir Putin o de Barack Obama.

En su versión más tradicional, estas figuras, con su encanto intemporal, una silueta sólida y un rostro sereno son actualmente un símbolo en Rusia porque "encarnan el estilo ruso y el carácter nacional", apunta Titova.

La matrioska encierra en su interior una idea extendida entre los rusos de que la verdad se esconde detrás de las apariencias, como en los cuentos rusos.

En la escuela, los rusos de 12 años aprenden también que las matrioskas de su infancia "simbolizan de hecho el carácter ruso, el alma rusa, los valores básicos rusos: maternidad, familia, colectivismo, unidad y calor humano", según una guía para profesores de ciencias sociales.
AFP

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