Milvana cautiva para "recuperar gastos": Un hombre que vive en Parque Batlle era la víctima original de secuestro

De acuerdo al auto de procesamiento de Pedro Leone, uno de los cabecillas de la banda que secuestró a Milvana Salomone, el objetivo original no era la médica, sino un hombre que también vive en el Parque Batlle, a quien habían seguido durante varios días.

La jueza Dolores Sánchez cuenta en su fallo cómo se conocieron Leone y Gustavo Lepre, el otro cabecilla de la banda de secuestradores.

Fue “hace algunos años cuando ambos se encontraban privados de libertad en Cárcel Central”. Según contó Leone ante la magistrada, este año, “hace 2 o 3 meses” se encontraron y Lepere le propuso secuestrar a alguien y pedir un rescate.

Para ello construyeron el pozo en la casa de la calle Watt, “tarea en la que ambos trabajaron”, dice el fallo de la jueza Sánchez.

“Luego salieron varias veces a distintas zonas de Montevideo a buscar un coche para secuestrar, autos de media gama, se descartó que fueran personas mayores por miedo a que sucediera algo en la salud. Incluso admitió que estuvieron algunos días observando a un hombre en la zona del parque Batlle”, relata la magistrada.

“Finalmente el día de los hechos (17 de mayo), nuevamente salieron a efectuar un secuestro al barrio del Parque Batlle, fueron a un bar de la zona del Ombú del Parque y deambularon por el lugar y cuando ya abandonaban la idea, pues estaba la zona algo complicada por los incidentes fuera del estadio, ven llegar la camioneta y bajar a la mujer, por lo cual se resuelven rápidamente a privarla de su libertad”, dice el auto de procesamiento.

De acuerdo a la declaración de los ahora procesados (Leone y Lepere), ambos se iban a quedar con la mayor parte del rescate que cobraron el viernes 12 de junio, y que ascendía a 300.000 dólares.

A tres de sus cómplices (ya procesados) iban a darle 10.000 dólares, a cada uno. Con un cuarto cómplice (también procesado) iban a “arreglar” de otra manera.

“El resto lo repartirían entre ambos (Leone y Lepere) y se irían a Argentina”, relata la jueza, aunque Lepere también había dicho que quería “emprender un negocio de venta de leña”.

La captura de Milvana se produjo entonces para poder recuperar el dinero que los delincuentes habían "invertido" para concretar el secuestro de otro hombre de mucho dinero.