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CAUSA ABIERTA

Bariloche castigada por lluvia inédita y aludes

Bariloche castigada por lluvia inédita y aludes

Después de las cenizas del volcán Calbuco llegaron las lluvias intensas del otoño. El volumen de las precipitaciones sorprendió a la gente de Bariloche, acostumbrada al clima inestable. En las últimas 72 horas se registraron más de 100 milímetros de agua sobre un promedio anual de 800.

Un alud cortó la Ruta 40, camino a El Bolsón, y otro, tras el desborde de un arroyo, barrió un sector de la base del cerro Catedral. También se volvió imposible el tránsito hacia el cerro Tronador. En el Alto, donde viven unas 50 mil personas en situación pobreza, hubo calles y casas inundadas. Una familia debió ser evacuada y otras dos quedaron aisladas porque sus terrenos permanecían bajo el agua.

En las cámaras de comercio y hotelera comienza a haber preocupación por cómo terminarán afectando estos fenómenos naturales a la imagen de la región ante las miles de personas que planifican pasar aquí sus vacaciones.

A un mes de la temporada de invierno, el municipio local, junto al Emprotur, organizó una serie de campañas con una inversión de 3,5 millones de pesos para contener las malas noticias que comenzaron con el volcán el 22 de abril. En Twitter y Facebook puso en marcha una bajo el lema “Bariloche está OK” de la que participan distintas figuras del espectáculo. Otra batería publicitaria se viene desarrollando en las redes sociales y medios de Brasil.

En la base del Catedral se desbordó un arroyo que baja de la montaña y comenzó a “comer” un área donde se encuentra la telesilla Cóndor 1. La primera de sus torres quedó sepultada por el agua y el lodo. A 40 metros, un extremo de un hotel 4 estrellas fue roído por la corriente. Desde las 8 de la mañana trabajaban en el sector siete máquinas pesadas y un grupo de 20 operarios de la empresa Tecnostar.

“Este es nuestro primer paseo. Llegamos ayer y queríamos ver un poco de nieve pero estaba esto”, dice sonriendo Elliana, una turista de brasileña de Santa Fe que no se lo toma a mal. “¡Primera vez que salimos del hotel y mira dónde estamos! Mañana vamos a probar otro recorrido”, completa Leda, su amiga. Ambas viajan acompañadas por sus hijos adolescentes. Muchos de los turistas que recorrían la base del Catedral, a falta de nieve, terminaron sacándose fotografías con el alud como telón de fondo.

La peor parte de las lluvias se las llevó el sector alto de la ciudad. Más allá de que la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, aseguró en declaraciones a la prensa que la situación era “normal”, las calles de los barrios Islas Malvinas y Nahuel Hue fueron atravesadas por los cursos de agua que superaron las barreras viales. Justo en estos barrio el municipio se encuentra realizando las nuevas obras pluviales sobre las que se acumularon el agua y el barro. Algunas de las casas quedaron ubicadas en medio de un verdadero lago artificial.

Esta no es la primera vez que se producen derrumbes e inundaciones en el Alto. Pero el crecimiento poblacional convirtió a la lluvia en un enemigo peligroso. “Evacuamos a una familia, había otras que tenía sus patios con mucha agua pero estaban bien. A los que se les inundaron las casas les llevamos mantas y colchones”, informó Andrés Luetto, secretario de Desarrollo Humano del municipio.

Todos los años, en esta época, la casa de Javier Gallardo, dueño de una despensa en el barrio Eva Perón, es cruzada por dos brazos de un río caudaloso. “Uno pasa por el costado y el otro, cuando llueve mucho, justo por el frente. La entrada del auto se convierte en un río”, explica Gallardo, que vive con su esposa y su hija en una casa de madera que compró hace dos años. Anahí Báez asegura que hay que tener paciencia en estos casos. “Uno va de a poco, hay que tirar para adelante”, dice la joven que tiene dos hijas y junto a una amiga cortan leña de bajo de una persistente lluvia.
Fuente Clarín

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