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CAUSA ABIERTA

“Mirá, si no le dejás una rendija al malandra, estás frito..”

“Mirá, si no le dejás una rendija al malandra, estás frito..”

Por Carlos Lemos

En la esquina de 18 y Yaguarón me despedí con un fuerte apretón de manos de aquél “mensajero” menor de los tupamaros que había zafado de milagro. Andaba apurado, porque entre otras cosas, un policía de Investigaciones me había timbrado. Seguro que ese tipo tenía alguna información importante. Por eso en un santiamén estaba sentado frente a él en la Brigada de Asaltos de la jefatura de Montevideo. 

Corrían los años 80 y los militares represores habían empezado a bajarse del caballo por la incipiente presión social que crecía minuto a minuto.

¿Cómo andás, flaco?, me preguntó el comisario desgarbado de brazos huesudos y dedos tintos de nicotina.

No me dio tiempo a responder el saludo, porque de inmediato subió al máximo el volumen de aquella vieja radio que siempre tenía al lado de su revólver y el handy.

La estridencia de ese cantante yanqui me dejó casi sordo, pero no pudo evitar que escuchara el desgarrador grito de un ser humano -no pude distinguir si era hombre o mujer-. De inmediato alguien abrió la puerta de par en par del despacho del comisario.

El enorme subalterno de ojos saltones y manos hinchadas de tanto pegar me miró y quedó medio descolocado al reconocerme. “Ya está”, le dijo el policía a su superior y de un portazo desapareció como un fantasma.

Mientras el comisario bajaba el volumen y hablaba con alguien por teléfono, pensé en él. Era un tipo durísimo y temido. Vivía al filo de la ley y en cada operación era muy “justo” en el reparto del botín de guerra.

Además de ser un buen informante, de tanto en tanto lo iba a ver porque más allá de todo era un callejero y sabía más cosas de las que me contaba, por supuesto.

Colgó el teléfono y me miró fijamente. “Está aclarado el crimen de la mujer”, dijo lacónico. De alguna manera me estaba dando explicaciones de la paliza que él sabía yo había sido testigo indirecto. El hombre se refería al asesinato de una joven en Canelones.

Tomé nota contrariado y el tipo se dio cuenta de inmediato.

¿Qué pasa, flaco, te doy primicias y todavía me mirás con cara de malo?, disparó.

“Para nada”, respondí después de tragar saliva.

“Para serte sincero yo venía a otra cosa. Necesitaba saber cómo andan los operativos de saturación que tanta bomba le están dando”, respondí al fuego.

“Andan bien, che, ya trajimos a un malón de pichis…”

¿”Todos con antecedentes”?, pregunté.

“No, tas loco, que querés, no soy Mandrake. Hay de todo. Después que pasás la escoba siempre algo queda….”

“Están apretando fiero por lo que veo”, le dije.

El comisario puso sus piernas sobre el escritorio, encendió su cuarto cigarrillo en esos 5 minutos y posó de filósofo.

“No tanto. Hay que tener cuidado cuando empezás con el apriete. ¿Sabés lo que pasa? Cuando estos tipos se ven acorralados y sin salida enseguida cambian de palo y la cosa se pone peor”.

“No entiendo”.

¿Qué no entendés, ahora te hacés el burro conmigo?. ¿No entendés? Cualquiera de estos pichis que roban un kilo de carne y cae en cana y vuelve a caer después de robar a una vieja, se vuelven locos y agarran para el caño”.

El humo le salía por la boca, nariz y oído. Tosía pero ya nadie lo podía parar.

“Y después que viene, la rapiña, claro, y después, el secuestro. “Mirá, si no le dejás una rendija al malandra, estás frito..”

Han pasado más de 30 años y les cuento esta historia en razón de que este lunes Mujica anunció un Consejo de Ministros especial para el 9 de noviembre.

Este presidente que sabe de cana y de canarios quiere que sus ministros, algunos de los cuales no entienden nada, le expliquen qué está pasando con las políticas sociales “combinadas” con las políticas de represión al consumo y tráfico de drogas.

Parece que al primer mandatario no le hace mucha gracia que cientos de efectivos de choque, con apoyo de helicópteros y tanquetas sigan invadiendo barrios enteros.

Es que Mujica, también conoce el significado de “rendija”.

 

Artículo publicado el 31 de octubre de 2012 en la web de Causa Abierta

olmedo Octubre 31, 2012 at 2:57 pm Editar - Reply

tal cual lo dijo Cánepa, “si cerramos las bocas de droga,aumentaría el desempleo..”
jajajaja

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