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CAUSA ABIERTA

¡Aleluya! Ricardo Peirano es admirador de Vázquez y Mujica

¡Aleluya! Ricardo Peirano es admirador de Vázquez y Mujica

Por Carlos Lemos

El dueño del diario El Observador hace un giro espectacular de 180 grados en su pensamiento económico. Aplaude a Vázquez y Mujica por la capacidad demostrada en lo que refiere a la captación de inversores serios. Casi que, leyéndolo, da la sensación que este domingo se levantó medio tupamaro. Para disimular le pega unos palitos al presidente de Venezuela y, por supuesto, a la argentina Cristina.

Daría la impresión que Ricardo leyó un reciente editorial de “Causa Abierta” titulado “Mujica despidió a los piratas”.

Gracias por el honor, Ricardo.

Por eso hoy y bajo el título “¿Adiós al pirata con parche en el ojo?”, Ricardo nos explica:

“En América Latina, durante varias décadas, se caricaturizó al inversor extranjero con la figura de un pirata salido de las novelas de Emilio Salgari: parche en un ojo, garfio de hierro con punta redonda sustituyendo una mano perdida en alguna batalla, pata de palo para dar sustentabilidad ante alguna extremidad amputada luego de alguna escaramuza y un loro parado en el hombro. En fin, un personaje siniestro y repulsivo, ante el cual se siente un inmediato temor porque se ve que sus intenciones son aviesas, que solo viene a robar un botín y que si para ello debe arrebatar algunas vidas o saquear una ciudad, no le temblará el pulso.”

Y sí, Ricardo. Es exactamente así. El secreto bancario de Uruguay guardado bajo siete llaves, las sociedades anónimas fantasmas vendidas por un Ministro de Economía, una Dirección Nacional de Aduanas corrompida hasta los cimientos, entre otras cositas, permitía que los hombres con garfio y patas de palo, reales y no salidos del novelista Emilio Salgari, usaran al país, como cabecera de puente para sus negocios sucios, incluido el narcotráfico, por supuesto.

Ya afiebrado por el cambio de su estructura mental, Ricardo continúa: “Esa era la visión del inversor extranjero, mayoritariamente anglosajón, que venía a nuestras tierras para llevarse nuestras riquezas a cambio de unas cuentas de colores. Toda inversión era mal vista, y por tanto denostada, pues implicaba repatriación de dividendos como quien despluma a un pájaro. Fue, de hecho, la imagen efectista que se usó en nuestro país en campañas de televisión contra privatizaciones de empresas y aún contra asociaciones de empresas públicas con empresas privadas.”

Ahh, mirá tú. De los españoles ni hablamos ¿verdad? Ahora los culpables son los pobres anglosajones. Una verdadera lástima, ¿no?. ¿Cómo es posible que no hayamos podido privatizar Ute, Antel, Ancap?.

Hubiera sido sensacional, Ricardo. En lugar de tener empresas públicas que alimentan el erario nacional con gestiones excepcionales, nos hubiera pasado lo mismo que con Pluna.

Una pena, Ricardo, no pudieron comernos como a pajaritos.

Ya con su casaca de guerrillero puesta, Ricardo se pone de pie para aplaudir las dos últimas administraciones de gobierno del Frente Amplio.

Dice: “Con todo, a partir de esta década esa visión fue cambiando con la apertura mundial y la globalización y hasta el cambio de países inversores. Con mucha naturalidad recibimos inversiones escandinavas porque esos países son vistos con mejores ojos que los anglosajones o los de Europa Continental. Así, por ejemplo, recibimos con los brazos abiertos y sin temores la inversión de UPM en una planta de celulosa y para conservar esa inversión no dudamos en hacer frente a un corte de puentes y deterioro de relaciones con Argentina. También recibimos a ENCE y a Stora Enso. Y tampoco dudamos en recibir inversiones argentinas, brasileras y chilenas.”

La izquierda grita: Peirano, Peirano, al poder.

Y las bandera del Frente Amplio empezaron a flamear en la puerta de su casa cuando escribió a continuación: “En el cambio de actitud se han juntado dos factores: el origen del inversor y la idea de que la Inversión Externa Directa (IED) no solo no es mala per se sino que puede ser beneficiosa para el país. Los presidentes Vázquez y Mujica no han tenido reparos en recibir inversores y menos aún en recorrer el mundo para ir a buscarlos. En 2011 la IED alcanzó US$ 2191 millones, cifra que si no es récord le pega en el palo. Y el stock de IED en Uruguay alcanzó el 32% del PBI, cuando en 2002 era apenas el 10%. Y en comparación con los países de la región, Uruguay se encuentra ahora bien situado por encima de Brasil y Argentina, aunque aún muy lejos de Chile, país que se abrió al comercio y a la inversión externa mucho más y mucho antes que nosotros y que otros países latinoamericanos.”

Bueno, Ricardo, hasta yo me me enamoro con tu artículo. Con un matiz: En lo que refiere a Chile, bueno, mucho no ha cambiado de Pinochet a la fecha. Debajo de la bandera trasandina está siempre la de EEUU. Mmmm. El ejemplo no termina de convencerme. Pero bueno, igual sigo emocionado por tu sorprendente cambio.

Para disimular tu brutal pasaje de la derecha a la izquierda, tenías que decir algo. Y te mandaste:

“América Latina cambió al respecto excepto los países del área bolivariana que siguen a Chávez y a su nefasto “socialismo del siglo XXI” en su lucha contra el capital extranjero. Argentina, en el primer mandato de Cristina Fernández y más ahora en el segundo, se ha unido con armas y bagajes detrás del caudillo bolivariano. Pero países como Perú, Paraguay, Colombia y por supuesto Brasil, siguen abiertos a las inversiones extranjeras.”

Está bien, te asiste todo el derecho de pegarle a Chávez y Cristina, aunque debo recordarte que ambos países fueron desplumados por los hombres con parches en sus ojos. Esos denominados fondos buitres que en tu último artículo no quedó muy claro si los atacabas o defendías. En fin.

Con respecto a Paraguay, qué le queda. Después del golpe de Estado y haber sido expulsado del Mercosur algo tiene que hacer. Y solo para tí ¿eh?, “recientito” los medios colombianos informaron que los profesores se comen el suplemento nutricional de sus alumnos. Epa.

El remate de tu nota de opinión diluyó milagrosamente el coágulo de Mujica:

“Uruguay tiene una buena reputación para seguir siendo receptor de capitales, tanto de gran escala como de menor porte en el sector agropecuario o inmobiliario. Eso sí, tiene que cuidar enormemente el mantenimiento de las reglas de juego y no hacer experimentos impositivos que pueden ser muy nocivos y que van contra las políticas expresadas claramente por el presidente Mujica en las dos reuniones que mantuvo en el Hotel Conrad (ahora propiedad de una cadena chilena) con empresarios de la región.·

Gracias Ricardo, ya estás en nuestras filas. Claro que tus lectores no saben para dónde agarrar. Pero no importa, ya se acostumbrarán a leer un nuevo diario progresista. Salud.

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