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CAUSA ABIERTA

Ardió Paysandú

Ardió Paysandú

La ira ganó a un grupo de sanduceros que arremetió contra la sede judicial, a la que apedrearon los vidrios. Esto ocurrió luego de conocerse la internación de "El Maikol" y otro menor por la muerte de la joven profesora. Lo que todos temían a lo largo de la tarde del jueves, sucedió finalmente sobre la medianoche. La tensión acumulada durante horas estalló en forma violenta durante el operativo policial que en la noche sacó del Juzgado Penal a los dos menores infractores, responsables de la muerte de Romina Severo Pérez. Una intensa pedrea por parte de los manifestantes tuvo como respuesta disparos de balas de goma y gases lacrimógenos por parte de la Policía. El confuso episodio culminó con los vidrios del Juzgado y el parabrisas de un móvil policial destrozados, además de dos cubiertas de la camioneta de la cárcel departamental cortadas. También resultó lesionado el propio jefe de Policía, Roque Arámbula, quien aseguró que una baldosa había alcanzado su hombro, provocándole una inflamación. Otro oficial resultó herido en una mano y al menos un civil, en la cabeza. Un total de 13 personas fueron detenidas y siete de ellas, todas mayores de edad, comparecieron ayer ante la Justicia. Al caer la tarde los siete que permanecían detenidos recobraron la libertad.
La muestra de la violencia registrada sobre la medianoche podía apreciarse aún ayer en los vidrios totalmente destrozados de la sede judicial: excepto los casamientos y las actuaciones referidas a los hechos de la noche anterior, los juzgados suspendieron sus actividades.
"Nuestra misión era retirar a los menores a salvo y garantizar el normal desempeño de la actuación judicial, de la manera menos nociva posible", sostuvo Arámbula a El País y afirmó que se emplearon dos granadas de gases lacrimógenos y se tiraron tres tiros de balas de goma, para dispersar a la multitud, que a pedradas trató de impedir el trabajo policial.
El episodio fue el corolario de la extensa jornada signada por la tensión, generada por la indignación ciudadana ante la muerte de la profesora de 27 años.
Ayer la ira dio paso a la congoja, que centenares de personas expresaron en una manifestación que, afortunadamente, fue pacífica.
violento. Todo había comenzado al mediodía de jueves. Sus familiares, amigos y colegas convocaron a una marcha, que culminó frente a la sede judicial.
Durante horas, unas 200 personas hicieron guardia en las puertas, para aguardar la decisión del juez Pablo Dalera, quien finalmente solicitó que los infractores fueran privados de su libertad e internados en una dependencia de INAU como autores de un delito definido en la ley penal como homicidio a título de dolo eventual.
La madre de uno de ellos, el ya famoso "el Maikol", fue remitida por segunda vez por "omisión de los deberes inherentes a la patria potestad".
En reiteradas ocasiones, los presentes exigieron que la Policía "entregara" a los menores responsables del arrebato mortal para "hacer justicia por mano propia". El clima enrarecido demoró durante varias horas su traslado y obligó que se solicitara apoyo al grupo ATA, la fuerza de choque de la Jefatura de Policía de Salto. El primer desborde ocurrió cuando se realizó un simulacro del traslado, para evaluar cómo reaccionarían los presentes.
Las piedras comenzaron a caer sobre los vehículos, los policías y las ventanas de la sede. Las granadas y los tiros fueron efectivos y muchos se trasladaron hasta la plaza Constitución, frente al Juzgado. Pasada la medianoche y cuando los menores ya no estaban allí, una nueva ola violenta se despachó nuevamente sobre el Juzgado con piedras y hasta con un banco de la plaza, que terminó adentro del edificio.
La intervención policial terminó con la detención de 14 personas, tres adolescentes de 14, 15 y 16 años y el resto mayores de edad, todos del sexo masculino. Los menores de edad fueron los primeros en recobrar la libertad y ser entregados a sus padres, por disposición del juez. Cuatro mayores de edad quedaron libres en el correr del día, y ya al caer la noche los siete restantes quedaron en libertad. La calma volvió a la ciudad.
Marcha y velas por romina
Convocada por los docentes de Literatura, una nueva marcha recorrió 18 de Julio hasta el Juzgado, en memoria de Romina y por soluciones para la problemática de la minoridad infractora. Más de 1.000 personas escucharon en la plaza Constitución la proclama. "Estamos acá justamente para que no sea una noticia más", expresaron. "...La demora en la acción que los encauce está teniendo un precio demasiado alto", agregaron. Llamaron "malvivientes" a los responsables de la muerte de Romina, para evitar "ex profeso" palabras como "menores infractores" o "jóvenes delincuentes". Porque "menores o jóvenes" son palabras que "describen un colectivo de 600.000 uruguayos estudiantes, con los cuales tenemos el privilegio de alternar y la dicha de conocer sus almas", expresaron.

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