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CAUSA ABIERTA

Uruguay tiene su propio campo de concentración

Uruguay tiene su propio campo de concentración

El cura párroco de Santa Lucía, José Moreira, denunció en el Parlamento que la Colonia Etchepare es como un “campo de concentración” en el que la alimentación, la higiene y el abrigo son “pésimos”. Asimismo, habló de corrupción y de persecución política. Al comparecer ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes el pasado miércoles 21, el sacerdote afirmó que la Colonia Etchepare “es deshumanizante, a nadie le importa nada de la situación que viven estos pacientes. No hay baños ni higiene; la alimentación y el abrigo son pésimos”. En esa instancia, comparó la institución con un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Moreira denunció también omisiones graves en la asistencia médica. “Murieron dos pacientes, con quince días de diferencia. Una era una ex funcionaria que trabajó treinta años en la institución, que murió a 25 metros de la policlínica donde estaba internada. Había desaparecido; le dieron de baja como ‘fugada’ y la encontraron, un mes después, a 25 metros de donde estaba internada. El cuerpo estaba totalmente descompuesto, porque esto sucedió en verano. Se trataba de una funcionaria que trabajó treinta años en la institución, que estaba mal psiquiátricamente, salió, se perdió y encontraron el cuerpo un mes después en los pastizales, y no sabían cómo identificarlo”, contó el sacerdote en el Parlamento. Además de este caso relató el de una paciente procedente de una casa de salud de Santa Lucía que fue llevada un viernes para realizarle estudios y en el correr del fin de semana se “pierde”. La mujer fue declarada como “fugada”. La familia que había ido a visitarla recorrió la zona y no la hallaron, a la semana también la encontraron detrás de la policlínica donde estaba internada.
“Mi mayor frustración es que esos pacientes morirán sin voz ni voto porque nadie intercede por ellos”, señaló el cura.
Al director del complejo de Asistencia Psiquiátrica de Salud Pública, lo calificó de “trepador” y señaló que colocó a su mujer en la Administración de la Colonia “Santín Carlos Rossi” a “dedo” y además “propició otros acomodos”. “A mi casa llega un grupo de gente que es perseguida tanto por el señor director como por el subdirector, que es más un nazi que un director de una institución de salud”, dijo.
En la Santín Carlos Rossi “pasan meses sin bañar a los pacientes. Es feo lo que voy a decir, pero una funcionaria me decía que existe la obligación de que un podólogo corte las uñas los pacientes, pero hoy las uñas de los pies miden varios centímetros. Y a nadie le importa nada porque estamos sin cabeza. Allí no hay dirección, no hay coordinadores. No se cumple con los roles y las funciones. Es un estado total de decadencia”, dijo.
Para el sacerdote la corrupción es generalizada. “En nuestro pueblo, aunque parezca mentira, hay más de cincuenta casas de salud. Yo estoy de acuerdo con que existan guardias sustitutos, siempre y cuando haya un plan de bienestar al paciente, pero no cuando se transforma ese hogar sustituto en un negociado. Funcionarios de la colonia, a pesar de que está prohibido, tienen pacientes y abrieron casas de salud -por supuesto, no a su nombre, sino de un pariente-, y viven de la pensión de cada paciente, más la alimentación y la pensión de Salud Pública. Allí no se los visita, no hay quien controle”, añadió.
El párroco auguró que por la condiciones de vida que tienen los pacientes es posible que se produzca un incendio como el de la cárcel de Rocha en el que murieron 12 personas.
Moreira subrayó que en la pasada administración recurrió a la ministra de Salud, María Julia Muñoz, y calificó el encuentro como “lamentable”. Luego el sacerdote apeló al director del Programa de Crónicos y Especializados (Osvaldo do Campo), quien después de visitar las Colonias “no quitó ni agregó nada de lo que denuncié por escrito”. “No sé dónde golpear, porque hablé con todos: con los políticos, con la señora ministra, con el director del Programa de Crónicos y Especializados”, afirmó párroco.
Sobre la inversión realizada en los establecimientos dijo: “Nunca me entró en la cabeza que se haya invertido U$S 2.500.000 en los grandes edificios -que tendrían que albergar a doscientos pacientes, pero no alojan ni a sesenta-, mientras el resto de las colonias se caen a pedazos; se llueven las salas”.
El cura aseguró que cuenta con la documentación pertinente.
“El demonio de la Colonia”
José Moreira, Cura Párroco de Santa Lucía, dijo que, a raíz de las denuncias que ha realizado, ha sufrido persecuciones por parte de autoridades de gobierno.
“El apodo que se me dio en el Ministerio de Salud Pública es ‘el demonio de la Colonia Etchepare’”, subrayó
Según Moreira, la ex ministra María Julia Muñoz “llegó a acusarme de hacer uso de los bienes de la Colonia a favor de mi persona, y tuve que hacer un descargo”. Moreira dijo que la jerarca era una “ignorante”, porque quien es curador de los bienes de los pacientes es la misma Dirección.
“Ningún miembro del Patronato del Psicópata ni de la Comisión -yo era Presidente del Patronato en la Colonia y de la Comisión Honoraria de Administración y Ejecución de Obras- jamás toca el dinero, quien lo toma, firma, paga y administra los bienes es el Director de la institución. Sucesivamente fue buscando elementos para hacerme un juicio, porque yo era un denunciante de la situación que se vivía en las Colonias”, dijo. El sacerdote lleva treinta años de trabajo y hace cuatro que no pisa la Colonia, pero afirmó que fue desplazado en forma progresiva.
El cura asegura que las denuncias judiciales no se producen porque tanto funcionarios como jerarcas “son cómplices unos de otros”.
A San Francisco le decían “El loco de Dios”; yo soy “El loco de los locos” por amor a ellos. He querido dar la vida a esta gente; es difícil entenderlo para quien no lo vive.

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