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CAUSA ABIERTA

Científicos en Estados Unidos lograron crear mosquitos inmunes a la malaria incapaces de contagiar al ser humano

Científicos en Estados Unidos lograron crear mosquitos inmunes a la malaria incapaces de contagiar al ser humano

El avance, afirman los investigadores de la Universidad de Arizona, nos acerca más a la posibilidad de poder erradicar la enfermedad que causa unos 500 millones de casos cada año en el mundo y más de un millón de muertes, principalmente niños. La malaria es un mal que, entre otras regiones del mundo, afecta a zonas de selva en América Latina. Los científicos lograron alterar genéticamente al insecto para hacerlo totalmente inmune al parásito Plasmodium, lo cual lo incapacita para actuar como vector de la enfermedad y transmitirla al ser humano. Los expertos afirman, sin embargo, que aunque el avance es muy importante, es sólo un primer paso. Los investigadores tendrán ahora que comprobar que la especie modificada es segura y puede liberarse y reemplazar a las poblaciones silvestres. "Si se desea eliminar de forma efectiva la propagación del parásito de malaria, necesitamos mosquitos que sean 100% resistentes al patógeno", expresa el profesor Michael Riehle en Public Library of Science (PLoS) Pathogens (Biblioteca Pública de Ciencia (PLoS) Patógenos). "Basta con que un solo parásito se filtre e infecte a un humano para que toda la estrategia esté condenada al fracaso". Durante años, varios equipos de científicos han intentado crear mosquitos modificados genéticamente que no infecten a los humanos con malaria. Pero los esfuerzos habían fracasado porque los insectos no eran 100% inmunes y todavía podían -aunque en números menores- transmitir el parásito. La nueva investigación parece ofrecer potencialmente un nuevo método para poder eliminar la enfermedad. Hasta ahora, todos los esfuerzos de control de los mosquitos se han basado en la fumigación y en el uso de redes insecticidas.
Existen muchas especies del mosquito anófeles, pero sólo las hembras pueden propagar la enfermedad. Lo hacen picando a una persona o animal infectado, ingiriendo el parásito Plasmodium para posteriormente pasarlo a su siguiente víctima con una picadura. El equipo del profesor Riehle diseñó un código genético que actúa como "apagador" molecular del control de funciones metabólicas en las células del insecto. Los científicos insertaron el gen en el mosquito para que este apagador estuviera siempre encendido y provocara la actividad permanente de una enzima, llamada Akt, que funciona como mensajero en varias funciones metabólicas, incluidas el desarrollo de la larva, la respuesta inmune y la duración del ciclo de vida. El objetivo es que el sistema inmune del insecto esté siempre combatiendo al parásito y que la enzima ayude a reducir su ciclo de vida. Esto es posible porque los mosquitos sólo son capaces de transmitir la enfermedad hacia el final de su vida. En la vida silvestre, los mosquitos viven en promedio dos semanas y sólo las hembras más viejas son capaces de propagar el parásito. "Si logramos reducir su ciclo de vida -dice el profesor Riehle- podremos reducir el número de infecciones".
Para comprobarlo, los científicos alimentaron con sangre infectada de malaria a la nueva generación de mosquitos modificados y notaron que el parásito Plasmodium no contagió a ninguno de los animales involucrados en el estudio. "Nos quedamos sorprendidos de lo bien que esto funcionó", expresa el profesor Riehle. "Esperábamos ver algún efecto en la tasa de crecimiento de los mosquitos, en la duración de su ciclo de vida o su susceptibilidad al parásito, pero fue extraordinario observar que en nuestro modelo bloqueó completamente el proceso de infección", agrega. Ahora, como explica el investigador, el siguiente paso será probar si estos insectos modificados pueden reemplazar a las poblaciones silvestres. Para hacerlo necesitan tener cierto tipo de ventaja para poder competir con ellas y reemplazarlas con el tiempo. Este paso, expresa el profesor Riehle, será el más complicado, y ahora están investigando formas para lograrlo. Eventualmente se espera que los insectos modificados sean liberados en las regiones donde la malaria es endémica y durante varias generaciones la resistencia a la infección potencialmente podría extenderse a toda la población de insectos. Esto, sin embargo, tomará varios años de investigaciones y de pruebas para comprobar que los insectos pueden ser liberados sin consecuencias para el medio ambiente. Aún así, los expertos creen que con el lento avance en las investigaciones para desarrollar una vacuna, la posibilidad de erradicar la malaria en el insecto que la transmite sigue siendo una posibilidad más real que la de erradicar al patógeno que la causa.

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