"URUGUAY NO SABE OTRO GUION EN SU FUTBOL. TIENE QUE SER EPICO. DE LEYENDA..., dice la BBC

No puede ser de otra manera. Con sufrimiento. Uruguay perdió 2-3 con Alemania en el partido por el tercer puesto del Mundial de Sudáfrica 2010 y cerró con la cabeza en alto su histórica actuación en la Copa del Mundo. Los nombres de Diego Forlán, sin lugar a duda una de las grandes figuras del torneo, Luis Suárez, Diego Pérez o Jorge Fucile quedarán en la retina de los aficiondos por su entrega. También habría que mencionar a Sebastián "El Loco" Abreu y a Óscar Tábarez, el "Maestro". Uruguay no sabe otro guión en su fútbol. Tiene que ser épico. De leyenda. Dicen que se olvida el pasado, pero la esencia de este equipo es la misma que nació en la primera mitad del siglo XX. Fue así que lograron sus dos primeros títulos mundiales, en 1930 y 1950, remontando el marcador. Fue así que llegaron a Sudáfrica, aguantando el gol de su capitán Lugano y pidiendo la hora en el mismo estadio Centenario, en Montevideo, frente a Costa Rica. Es así que han logrado convertirse en la revelación del Mundial. Se logró el milagro frente a Ghana y la suerte le fue esquiva contra Holanda. Es el ir y venir entre la ilusión y la tristeza, o viceversa. El duelo por el tercer lugar fue el calco de lo que ha sido la historia celeste. Alemania se adelantó por intermedio de Müller quien aprovechó un error del portero Muslera, pero la celeste logró dar vuelta el marcador por intermedio de dos golazos de Cavani y Diego Forlán. Alemania no se entregó y regresó al partido gracias a otro error del número uno de Uruguay, que al salir mal le dejó el arco vacío a Jensen.
Khedira, en un balón dividido en el área, logró conectarla al fondo de la red para darle cifras definitivas al juego. Uruguay tuvo la ocasión de forzar el tiempo suplementario cuando Forlán cobró un tiro libre al travesaño en la última jugada del partido. Se terminaron las cinco semanas soñadas para Uruguay. La celeste vuelve a estar en el mapa futbolístico del mundo. Se volverá a mencionar la garra, la camiseta y a un país que, como dice cada uno de los jugadores que lo representa, se nace siendo futbolero.