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CAUSA ABIERTA

L'Oréal: una fragancia parisina que apesta a toda Francia

L'Oréal: una fragancia parisina que apesta a toda Francia

Declaraciones con tonos enardecidos, un ministro que se niega a renunciar y el escándalo alrededor del gigante de cosméticos LÂ Oréal, acompañan hoy a Francia con similar nivel de temperatura veraniega. Lo nuevo en el asunto es la insistencia de la opinión pública y de la propia prensa a escuchar al presidente de la República, Nicolás Sarkozy, para esclarecer los acontecimientos que señalan corrupción dentro de su equipo de Gobierno. Sarkozy habló ayer sobre la supuesta calumnia, atizada por la ex contable de la empresa, Claire T., quien aseguró que procedió a la entrega de 150 mil euros al entonces tesorero de la UMP, Eric Woerth, para ayudar a la campaña electoral del ahora mandatario.
El sitio de Internet Mediapart difundió informaciones a partir de Claire T., quien recalcó que fue a través del actual ministro del Trabajo (Woerth), que el equipo de Sarkozy recibió la suma entregada por el gestor de la multimillonaria Liliane Bettencourt.
Supuestamente Patrice de Maistre, allegado de Bettencourt, quien es la propietaria del gigante de cosméticos LÂ Oreal, fue el encargado de entregar la donación.
Me gustaría que el país se apasionara por los grandes problemas como la salud, la organización de la salud, la jubilación, cómo crear crecimiento, en lugar de embalarse con el primer horror, calumnia, sin ningún asidero de realidad, dijo Sarkozy.
Al mismo tiempo, desde su oficina en el Palacio del Elíseo se emitió un comunicado en el que rechazó tajantemente la idea de que recibiera dinero de Bettencourt y su difunto esposo.
Woerth, a quien se le plantea un conflicto de interés a todas luces evidente, rechazó la presunta mediación en las gestiones para la contienda electoral, reiteró que no renunciará a su cargo, pese a la participación de su esposa en otras oscuras operaciones.
Ya se vio obligado anteriormente a presentar otro comunicado para aclarar que no fue partícipe del reembolso de 30 millones de euros a Bettencourt como parte del escudo fiscal que atenúa los impuestos.
Según Mediapart, la jefa del emporio francés al tiempo que lograba los beneficios fiscales, tenía dos cuentas no declaradas en Suiza, asunto del cual supuestamente conocía Florence Woerth, esposa del ministro vapuleado ahora.
Florence trabaja en una compañía que maneja las cuentas de LÂ Oréal.
En dos asuntos los medios franceses parecen estar de acuerdo: Sarkozy debe hablar a la nación de forma clara y directa; y tiene que haber algo turbio detrás de toda la campaña, ante la inverosímil posibilidad de que sea un montaje de mentiras.

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