"Ahorrar para crecer", dicen los países ricos del G20

Los líderes del G20 acordaron hoy que los países más industrializados del mundo reducirán a la mitad sus déficits presupuestarios para el año 2013.
Durante la cumbre celebrada en Toronto, los jefes de Estado y de gobierno del grupo se pusieron de acuerdo en que aspiran a generar puestos de trabajo y bienestar reduciendo sus deudas. De esta manera, en el segundo año después de la grave crisis financiera mundial, siguen quedando pendientes los prometidos cambios en las reglas de juego para los bancos. La canciller alemana, Angela Merkel, consideró confirmada así este fin de semana en Toronto la política financiera de Alemania y de Europa. "Honestamente, es más de lo que esperaba", sostuvo. En la cumbre se halló la fórmula "consolidación afín con crecimiento", contenida en el comunicado final, para aunar las posiciones de Estados Unidos y de Europa. Según se acordó, además de la reducción de sus déficits, las economías avanzadas deberán empezar a "estabilizar" sus niveles de deuda hasta 2016, otro de los grandes compromisos impulsados por la Unión Europea. Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió al cierre de la cumbre que su país ya no está dispuesto a funcionar como motor de la coyuntura mundial a través de sus altas importaciones. Los estadounidenses "no pueden ni quieren seguir pagando el camino del mundo hacia el bienestar", indicó.Al mismo tiempo, anunció una iniciativa exportadora de Estados Unidos.
También se mostró satisfecho con los resultados de la cumbre y subrayó la necesidad del crecimiento económico. Obama se encuentra bajo presión política interna a causa de la alta desocupación. Hasta ahora, apuesta especialmente a incentivos coyunturales financiados con deudas. Pero dada la enorme acumulación de deuda, se multiplican también las voces críticas, incluso dentro de su propio Partido Demócrata.
En la declaración final, las economías avanzadas mencionan a las naciones emergentes: "Debemos considerar el impacto de nuestras acciones en los países de ingresos bajos. (...) Seguiremos apoyando la financiación al desarrollo, también mediante nuevos enfoques que alienten la financiación al desarrollo de fuentes públicas y privadas". El ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, se manifestó satisfecho con esto, al considerar que la posición de los países emergentes está "plenamente reflejada" en el comunicado final.
 "La posición de los países emergentes está plenamente reflejada, nuestras posiciones están todas ahí", aseguró el jefe de la delegación brasileña al término de la cita canadiense. "Nosotros estábamos queriendo enfatizar la necesidad de continuar con la recuperación mundial enfatizando la consolidación del crecimiento, y eso fue aprobado por todos", afirmó, destacando el "fuerte apoyo" que recibió esta postura de Estados Unidos.
"La cuestión principal era cuál era la prioridad. Nos temíamos que se impusiese una desactivación de los estímulos de crecimiento (...) creo que alcanzamos eso", agregó. Asmismo, señaló que a los países emergentes les interesaba "avanzar" en la regulación del sistema financiero "y ya hay países que están poniendo en práctica eso", recordó. "Con esa posición vencemos porque los países van a continuar estimulando la recuperación", aseveró. El viernes y el sábado también sesionaron las siete naciones más industrializadas del mundo y Rusia (G8) en Huntsville, 220 kilómetros al norte de Toronto.
Al G8 pertenecen Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. El G20 representa dos tercios de la población mundial, casi nueve décimos de la potencia económica mundial y cuatro quintos del comercio mundial. Al grupo pertenecen economías emergentes como China, India, México y Brasil. La primera cumbre del G20 en noviembre de 2008 se realizó en el clímax de la crisis ecómica, como una especie de fuerza contra la crisis. La cumbre de Toronto fue la cuarta del grupo.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, fue criticado debido a los altos costos del encuentro. A pesar de que gran parte del dinero se destinó a seguridad, se produjeron incidentes y más de 500 personas fueron detenidas. Pocas medidas concretas se tomaron respecto de la reforma del sistema financiero mundial. Obama presentó reglas más estrictas para Estados Unidos, que entrarán en vigor en julio. Pero las disposiciones para el sector bancario estadounidense son consideradas en comparación al resto del mundo entre las más leves, lo que es visto como una de las causas esenciales del estallido de la crisis financiera.
El G20 quiere aprobar en noviembre en la capital surcoreana, Seúl, un marco que permita prevenir mejor los riesgos en ese sentido. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el nuevo primer ministro británico, David Cameron, en tanto, quieren reavivar la Ronda de Doha sobre comercio mundial, que se desarrolla desde 2001 y está estancada sobre todo en la pelea entre las naciones industrializadas ricas y los países emergentes sobre la apertura de los mercados. El ministro brasileño Mantega dijo que se opone a expandir la Ronda de Doha a la liberación de servicios que propusieron Estados Unidos y Gran Bretaña en el G20 y afirmó que la iniciativa se debe a las "resistencias políticas" que enfrenta el presidente Barack Obama en su país.
"Obama dejó muy claro que no coincide con el objeto que está establecido en Doha (...) dice que tiene resistencias políticas, que hay sectores que se oponen" a que la Ronda de Doha avance no sólo en la liberación del comercio, explicó Mantega al término de la Cumbre del G20 en Toronto. Por otra parte, Mantega dijo dudar de que todos los comprometidos logren el objetivo de reducir sus déficits hasta 2013.
"Creo que algunos países tendrán dificultades", señaló Mantega al término de la cita en Toronto, aunque eludió decir nombres, si bien la víspera había manifestado sus dudas en el caso de Italia. Los jefes de Estado y de gobierno prácticamente excluyeron el tema de la protección del medio ambiente de la agenda. De la declaración final quitaron la aspiración a invertir más en energías sostenibles. Tras la debacle de la cumbre climática mundial en Copenhague, el tema juega ahora un papel menor.