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CAUSA ABIERTA

Una operación de rescate urdida gracias a un desertor de las FARC

Una operación de rescate urdida gracias a un desertor de las FARC

Al grito de "¡Somos Ejército, somos Ejército!, venimos por ustedes", los militares entraron ayer en el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para rescatar a cuatro rehenes que llevaban casi 12 años en manos de la guerrilla. Las fuerzas especiales lograron liberar al general Luis Mendieta, al coronel Luis Enrique Murillo y al sargento Arbey Delgado, y tratan de localizar en la espesa selva del Guaviare al coronel William Donato, que según sus compañeros, huyó durante la incursión. La operación se inició gracias a la información proporcionada por un guerrillero capturado el pasado 12 de marzo, según explicó al diario colombiano El Tiempo el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla, que dirigió el operativo. "Después de que lo encontramos, el hombre decide desmovilizarse y nos da la ubicación exacta de la zona por donde mueven a los secuestrados. En ese momento empezamos a concretar la operación de rescate", dijo Padilla.
Un grupo de inteligencia militar empezó a seguir los movimientos del grupo guerrillero, hasta que hace 20 días, los mandos escogieron a los hombres que iban a realizar la incursión. El presidente, Álvaro Uribe, dio la autorización para el asalto el pasado jueves. Según El Tiempo, los militares eligieron el domingo para ejecutar la operación pues los 40 guerrilleros que custodiaban a los secuestrados, a unos 48 kilómetros de Calamar, estarían "relajados", al ser el día de la semana que dedican normalmente a asuntos logísticos como lavar la ropa.
Los cerca de 300 militares que participaron en el operativo se concentraron el viernes en San José del Guaviare. Hacia la una de la madrugada del domingo, aviones de la Fuerza Aérea hicieron un vuelo de reconocimiento, y una hora después, se descolgaron los primeros hombres desde helicópteros Black Hawk, que establecieron el cerco de seguridad. A las diez de la mañana, despegaron desde San José los demás helicópteros, y hacia las once y media, las fuerzas especiales entraron al campamento, donde se iniciaron los combates con los guerrilleros.
Antes de iniciarse la acción, uno de los hombres de las fuerzas especiales había ubicado al general Mendieta, que estaba cerca del coronel Murillo. Durante la incursión, ambos fueron evacuados de la zona por un cordón de seguridad de 30 comandos, mientras los otros intentaban hallar al coronel Donato y al sargento Delgado.
"Los tenemos, mi general"
A las 12.35, el comandante de la unidad comunicó por radio al general Padilla que Mendieta y Murillo estaban en su poder. "Los tenemos, mi general. Lo hicimos", le dijo. Cinco horas más tarde, las tropas encontraron, escondido entre la manigua, al sargento Arbey Delgado, quien dijo que Donato estaba vivo, pero se habían separado para aumentar sus posibilidades de escapar.
Tanto Murillo como Delgado tenían alrededor del cuello más de tres metros de cadena, según relató el general Padilla al diario colombiano. Hasta anoche, había sido imposible quitárselas, pues los soldados no traían consigo seguetas. Tampoco había sido posible evacuarlos de la zona, debido a las condiciones del terreno, aunque el ministro de Defensa, Gabriel Silva, aseguró: "Están en buen estado de salud y protegidos por 300 hombres".

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