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CAUSA ABIERTA

General Villegas, el pueblo argentino que defiende a capa y espada a tres violadores

General Villegas, el pueblo argentino que defiende a capa y espada a tres violadores

La verdad es horrible; muchas veces se prefiere negarla porque cuesta mucho aceptarla", advierte Irene Meler, coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. Desde La Casa del Encuentro, Fabiana Tuñez coincide: "A la sociedad le duele tanto, que prefiere decir que no pasó. El problema es cuando a la inseguridad hay que reconocerla entre las cuatro paredes de la casa, o en las treinta cuadras de tu pueblo, o en el consultorio del médico, que también es un conocido".
En los últimos días fueron varias las voces que condenaron las manifestaciones públicas de apoyo a acusados y condenados por delitos sexuales. Al ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, y al ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, se sumó ayer el gobernador Daniel Scioli, quien transmitió al intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, su "profunda preocupación" por la "insólita marcha organizada para defender un hecho deleznable".
"Siendo la dominación masculina un régimen ancestral, es lógico pensar que va a gozar de una notable vitalidad durante mucho tiempo –observa Meler–. Las propias mujeres pueden ser víctimas de esa dominación en tanto perciben a este sistema como protector".
La mujer que defiende al marido acusado de abuso sexual, "debe de percibirlo como una figura que la ampara, que la provee y que da respetabilidad a sus hijos –explica la psicóloga–. Si ella suscribe a una lógica que defiende la paridad entre varones y mujeres, se convierte en la esposa y la madre de los hijos de un abusador y de un preso".
¿Y las demás mujeres que la acompañaron? "Probablemente buscan defender a los puntales de su hogar, donde parece que las conductas transgresoras son la norma –prosigue Meler–. Si en vez de legitimarlas las penalizaran, muchos jefes de familia de ese pueblo dejarían de ser 'buenos muchachos' para convertirse en abusadores y presos, y eso aterroriza a las mujeres que dependen de ellos emocional, social y muchas veces económicamente".
"Vivimos en una sociedad patriarcal, donde no se están viendo los derechos de las menores y el rol del Estado frente a ellos, pues debería estar presente antes de que estos hechos sucedan", comenta Magdalena Grau, coordinadora del Programa Provincial para la Prevención de la Violencia Familiar y Sexual. Y apunta contra la publicidad, "muy violenta hacia la mujer, que la desvaloriza y la pone en el estereotipo de provocadora". Por eso, Túñez alude a "la doble moral de la sociedad, que aplaude las 'proezas' sexuales de algunos, y no brinda apoyo a las verdaderas víctimas de estas manifestaciones".
Pero además, elogiar la comisión de delitos o a condenados por cometerlos es también un delito –apología del crimen–, observa el abogado Marcelo Fainberg, autor del libro Prostitución, pornografía infantil y trata de personas. Y hace notar que quienes hicieron o hacen circular el video estarían difundiendo pornografía infantil, por "facilitar, distribuir o divulgar cualquier representación en la que esté involucrado un menor de 18 años, y en la que haya alguna actividad sexual explícita o se vean las partes genitales".

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