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CAUSA ABIERTA

El Gobierno de EE.UU. declara una catástrofe nacional y se prepara para "lo peor"

El Gobierno de EE.UU. declara una catástrofe nacional y se prepara para "lo peor"

El Gobierno de EE.UU. ha declarado "catástrofe nacional" el vertido de petróleo en el golfo de México, cuya mancha se acerca a las costas de Luisiana, y ha intensificado sus preparativos para "el peor caso posible".
El presidente Barack Obama fue informado hoy de la situación en detalle por la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y ordenó que se dispongan todos los recursos posibles para contener el vertido y sus consecuencias, ante el temor de que pueda ser uno de los peores desastres ecológicos de la historia del país.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Napolitano aseguró que la prioridad ahora mismo es contener el escape de petróleo causado tras la explosión y derrumbe de la plataforma Deepwater Horizon el pasado día 20.
La contraalmirante del Servicio de Guardacostas Sally Brice-O'Hara indicó que están "preparamos para lo peor" en la evolución de la marea negra.
Las autoridades colaboran con la empresa gestora de la plataforma, British Petroleum, para la contención y limpieza, con barreras flotantes, disolventes y mediante incendios controlados.
British Petroleum aceptó hoy la oferta de ayuda del ejército de EE.UU. para controlar el derrame, que avanza a un ritmo de 5.000 barriles diarios, cinco veces más rápido de lo calculado inicialmente.
La empresa reveló la pasada noche que había detectado un segundo escape de petróleo en el pozo, a 1.500 metros de profundidad.
Según Brice-O'Hara, se espera que el petróleo comience a llegar al delta del Misisipi el viernes por la tarde o, a más tardar, a primeras horas del sábado.
Dependiendo de cómo transcurra la situación y del rumbo de los vientos, en el peor caso la marea podría alcanzar hasta cinco estados: Texas, Luisiana, Misuri, Alabama y Florida. Obama habló hoy por teléfono con los gobernadores respectivos.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, ha declarado el estado de emergencia ante la inminente llegada de la mancha. Tan sólo en ese estado se han desplegado treinta kilómetros de barreras flotantes.
Ante el fracaso hasta el momento para obturar el pozo, el Departamento del Interior ha autorizado la excavación de un nuevo pozo en el mismo lugar, para facilitar la extracción del crudo y evitar que continúe saliendo de modo incontrolado.
No obstante, ha advertido que ello puede tardar hasta noventa días.
Tan sólo en Luisiana la marea negra podría afectar hasta a 400 especies animales y vegetales en las delicadas marismas costeras.
Brice-O'Hara subrayó que "hasta ahora" no se han detectado en las costas restos de animales afectados por el crudo.
BP comenzó el miércoles las primeras quemas controladas de petróleo, para intentar reducir la mancha. El viento y las condiciones del mar han impedido reanudar hoy la operación.
En su rueda de prensa hoy, Napolitano descartó, al considerarlo "prematuro", comparar el derrame actual con el dejado por el buque petrolero Exxon Valdez en 1989 frente a las costas de Alaska, el peor de la historia con más de 41,5 millones de litros de crudo vertidos.
Los expertos calculan que antes de que se cierre el pozo de Deepwater Horizon pueden llegar a derramarse 17 millones de litros.
La Casa Blanca descartó hoy que el incidente vaya a tener, al menos de momento, un impacto en los precios del petróleo.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, recordó que el pozo era de exploración, no de explotación, y por tanto no ha habido un recorte del suministro a los mercados.
Gibbs sí admitió que el vertido puede tener un impacto en las decisiones futuras del Gobierno para autorizar nuevos pozos de petróleo frente a las costas del país, después de que Obama anunciara recientemente que autorizaría la exploración en la plataforma atlántica.
Mientras continúan las tareas de contención y limpieza, las autoridades estadounidenses tratan también de determinar qué causó la explosión y el incendio de la plataforma, que había comenzado a operar el pasado enero y se había sometido a revisiones mensuales, la última de ellas dos semanas antes del accidente, en el que se dieron por perdidos a once trabajadores.

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