Contra viento y marea la gigante presa en la Amazonia brasileña empezará a construirse en pocos meses

El ministro brasileño de Minas y Energía afirmó que las obras de construcción de la gigantesca planta hidroeléctrica de Belo Monte, en la Amazonia, comenzarán como máximo en el mes de septiembre, a pesar de las fuertes críticas y presiones de indígenas y ecologistas, informó la Agencia Estado. "Se trata de la usina más planeada del mundo. Fueron cinco años de estudios ambientales y no podemos esperar más", declaró Marcio Zimmermann a la prensa durante un acto en Florianópolis (sur).
La construcción de la presa de Belo Monte, en el rio Xingú (Estado de Pará), fue adjudicada el pasado martes a un consorcio brasileño con fuerte presencia estatal, ante la oposición de los pobladores locales y ecologistas, quienes sostienen que inundará zonas habitadas por comunidades indígenas.
"No soy técnico, pero me reporto a los números. Fueron más de 70 millones de reales (unos USD 40 millones) gastados en estudios ambientales y si fuera necesario, haremos algunos cambios. Esa inquietud es natural, pero Belo Monte precisa salir", afirmó Zimmerman.
El jueves, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva defendió la construcción de la gigante represa y, ante rumores de que algunas empresas privadas podrían abandonar el proyecto, el mandatario aseguró que en ese caso las firmas estatales asumirían la obra.
Con 11.000 MW de potencia y un costo de 11.000 millones de dólares, la hidroeléctrica pretende ser la tercera mayor del mundo, atrás de Tres Gargantas en China y la binacional Itaipú en la frontera de Brasil y Paraguay. La controvertida iniciativa todavía tiene acciones judiciales pendientes que intentan impedir la construcción.
A su vez, los indígenas del área del río Xingú, que se oponen fuertemente a la hidroeléctrica, prevén reunirse con la empresa eléctrica estatal local para negociar antes de iniciar nuevas protestas, que incluyen ocupar el área y construir allí una aldea que impida la obra.