Se entregó el hombre que pintó la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro

Un hombre que realizó una pintada de protesta en un brazo de la estatua del Cristo Redentor, el punto más famoso de Rio de Janeiro, se entregó el jueves a la Policía arrepentido por su acción. Después de que la policía iniciara su búsqueda y se difundieran fotos de dos sospechosos, el ex soldado y pintor de paredes Paulo Souza dos Santos, de 28 años, confesó el miércoles a medios locales ser uno de los autores de las pintadas el pasado 14 de abril y se entregó a la Comisaría de Protección al Medioambiente en Sao Cristovao (zona norte).
"De repente me levanté y me sentí un narcotraficante, procurado, criminal. Soy un trabajador, jefe de familia, no esperaba eso. Sé que estuve mal. Pedí perdón a Dios y quiero pedirlo también a todas las personas", declaró Souza.
Souza podrá responder al proceso en libertad pues aceptó colaborar, dijo a la prensa la comisaria Juliana de Amorim. Los cargos son de daño a monumento público, crimen ambiental e injuria por discriminación (atentar contra una imagen religiosa) y podrían suponer una pena de uno a cuatro años de prisión.
El acto provocó la indignación de gran parte de la sociedad carioca, así como de autoridades de Gobierno y religiosas que pidieron a la policía atrapar a los autores. Otro hombre de 26 años está prófugo.
El Cristo, en proceso de restauración, sufrió 'pichaçoes', un tipo de caligrafías complejas pintadas en negro, en su brazo derecho, en tono de protesta por la desaparición de una joven en 2008, supuestamente abatida por policías: "¿Dónde está la ingeniera Patricia?" y "Cuando el gato sale, los ratones hacen fiesta", decían.
Para ello se aprovechó que los accesos al monte Corcovado estaban bloqueados tras las lluvias de inicios de mes, las peores en décadas, que dejaron al menos 256 muertos en el estado.
El la segunda vez que el Cristo, que visitan un millón de turistas al año, sufre pintadas. En 1991 dos jóvenes pintaron la base de la estatua.