25 años para el último dictador argentino que recurrió a Perón para justificar la represión

La Justicia argentina condenó este martes a 25 años de prisión al último presidente de la dictadura militar, Reinaldo Bignone (1982-1983), por delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo, junto a otros seis militares. En concreto se le imputa la desaparición de más de 30.000 personas y el robo de unos 500 bebés cuyas madres fueron obligadas a dar a luz en centros de detención clandestinos.Reynaldo Bignone, último presidente de la dictadura militar que gobernó Argentina de 1976 a 1983, recurrió hoy a una cita del general Juan Domingo Perón para justificar la represión del régimen de facto, durante el juicio que se sigue en su contra en un tribunal de Buenos Aires. Bignone, acusado de crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo, la mayor cárcel de la dictadura, afirmó en su testimonio final ante los jueces que en Argentina se desarrolló una "guerra irregular" en la que las Fuerzas Armadas "tuvieron que intervenir para derrocar al terrorismo" y cuestionó las cifras de desaparecidos y bebés apropiados ilegalmente.

El dictador recurrió a una frase del general Juan Domingo Perón, tres veces presidente del país, para justificar la represión.
"Aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que pretendemos una patria justa, libre y soberana", citó Bignone, reproduciendo un mensaje de Perón de 1974, poco antes de su muerte.
"Treinta y cinco años más tarde, quienes se atribuyen ser herederos de los principios y doctrinas de este movimiento político se arrogan el derecho de pretender hacer justicia vulnerando los más claros postulados de la justicia penal para juzgar y condenar a quienes nos tocó, dentro de la disciplina militar, cumplir con aquellos claros propósitos", agregó.
Bignone, para quien las víctimas de la represión "ni eran tan jóvenes ni tan idealistas", limitó los crímenes del régimen de facto y aseguró que, frente a los 30.000 desaparecidos y 500 bebés apropiados denunciados por organizaciones de Derechos Humanos, no se ha demostrado que hubiera más de 8.000 desaparecidos y unos 30 niños robados durante la dictadura.
Para el dictador, sólo "voceros del odio" pueden acusar a los responsables del régimen de facto de ser "represores y genocidas".
El tribunal de San Martín que ha seguido la causa por los crímenes cometidos en Campo de Mayo hará pública en las próximas horas la sentencia contra Bignone y otros siete acusados de delitos de lesa humanidad.