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CAUSA ABIERTA

La ultraderecha sienta a Garzón en el banquillo por los crímenes de Franco

La ultraderecha sienta a Garzón en el banquillo por los crímenes de Franco

La ultraderecha superviviente de los casi 40 años de dictadura que atravesó España ha logrado enviar al banquillo al juez Baltasar Garzón. Los acusados se convierten así en acusadores de quien investigó los crímenes y desapariciones cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo.
La Falange Española de las JONS, el partido único durante la dictadura de Francisco Franco, es una de las tres organizaciones de extrema derecha que se querellaron contra él, acusándolo de prevaricación en esa investigación. Los otros dos son el autodenominado sindicato Manos Limpias y la organización Libertad e Identidad. Aunque se presentaron por separado, el juez instructor agrupó las tres querellas en un causa.
A lo largo de los 20 años que Garzón lleva ejerciendo en la Audiencia Nacional española, contra él se han presentado más de 40 querellas. Y ninguna, hasta ahora, había sido admitida a trámite. "Quien va a sentar a Garzón en el banquillo por investigar los crímenes del franquismo mató al 98 por ciento de las víctimas que hemos exhumado", asegura sobre Falange Española de las JONS Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
El partido ultraderechista, por su parte, defiende que lo que pretende es salvaguardar su "honor" y el de las personas a las que Garzón imputó crímenes contra la humanidad. Según los querellantes, Garzón se declaró competente en 2008 para investigar la desaparición de miles de personas durante la Guerra Civil y la posterior dictadura pese a que sabía que por ley no le correspondía hacerlo, incurriendo de esta forma en un delito de prevaricación. En su procedimiento penal contra el franquismo, el magistrado acusó al dictador Francisco Franco y a otros 44 ex altos funcionarios de su régimen, todos ellos ya fallecidos, de crímenes de lesa humanidad por la desaparición de más de 100.000 personas durante esa etapa de la historia de España.
En noviembre de 2008, un mes después de abierta la causa, tuvo que abandonar la investigación, al verse confrontado con un contundente recurso de la fiscalía. Su abandono fue un duro golpe para los familiares de las decenas de miles de víctimas. La investigación pasó entonces a manos de los distintos juzgados territoriales del país.
La querella inicial contra el magistrado la presentó Manos Limpias. Aunque se autodenomina sindicato, lo cierto es que no cuenta con representación oficial en ningún centro de trabajo en España. La organización ultraderechista está liderada por Miguel Bernad, ex dirigente de Fuerza Nueva, otra formación de extrema derecha. Bernad, funcionario del ayuntamiento de Madrid, se ha querellado contra partidos nacionalistas, formaciones de izquierda y homosexuales. Y hasta contra el programa infantil de televisión Los Lunnis. Contra el juez Garzón ha presentado una veintena de querellas y demandas, todas rechazadas, excepto ésta, por la que el juez Luciano Varela mandará a su colega al banquillo.
Antes de conseguir ese "éxito", el otro logro de Bernad fue que el ex presidente del Parlamento regional del País Vasco Juan Maria Atutxa fuera condenado por el Tribunal Supremo a un año y medio de inhabilitación en cargo público y a pagar 18.000 euros de multa por negarse a disolver Socialista Abertzaleak, una formación heredera de la ilegalizada Batasuna. Libertad e Identidad, por su parte, es una asociación que defiende ideas xenófobas y ultracatólicas. Presidida por Julio Andrade Ruiz, sostiene incluso argumentos contrarios al Estado de Derecho.
La querella por la investigación de Garzón de las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo fue la primera de las tres causas que el Tribunal Supremo admitió a trámite contra él y amenazan ahora la carrera del magistado.
El juez tiene también que enfrentarse, bajo acusación de prevaricación y cohecho, a una segunda causa por unos supuestos pagos que percibió del Banco Santander para la organización de unos cursos en la Universidad de Nueva York. A la vuelta de Estados Unidos, Garzón decidió no admitir a trámite una querella contra el presidente de la entidad bancaria, Emilio Botín. Los querellantes son los abogados Antonio Panea y José Luis Montón. Panea era accionista y abogado de Banesto y no le sentó nada bien la compra de ese banco por el que preside Botín. Montón, por su parte, era amigo y abogado de otro ex consejero de Banesto, Rafael Pérez Escolar, condenado a 10 años de cárcel por el caso Banesto, uno de los mayores escándalos bancarios del país que terminó con la intervención de la entidad por parte del Banco de España. Pérez Escolar fue condenado a 10 años de cárcel por ese caso y al salir de prisión se querelló multitud de veces contra Botín. Una de esas querellas fue archivada por Garzón. Tras la muerte de Pérez Escolar, Montón asumió la lucha de su amigo y cliente como propia.
La tercera de las investigaciones contra Garzón tiene que ver directamente con el caso Gürtel, la trama de corrupción que salpica al Partido Populardesde hace más de un año. En esta causa, en la que de nuevo se acusa al juez de prevaricar al ordenar escuchas en las conversaciones de los acusados en prisión con sus abogados, primero se querelló Ignacio Peláez, ex fiscal del tribunal en el que ejerce Garzón y abogado de uno de los implicados en el escándalo. Después lo hicieron los abogados José Antonio Choclán y Gonzalo Rodríguez-Mourullo en nombre de Francisco Correa, el presunto cerebro de la trama de corrupción, y de otro encarcelado. (DiariodeSevilla)

1 comentario

Rafael del Barco Carreras -

BALTASAR GARZÓN, ¿EMILIO BOTÍN O FRANCO?

Rafael del Barco Carreras

Entre las inquietantes noticias económicas, y el mal vivir que la GRAN CRISIS O GRAN CORRUPCIÓN provoca en la mayoría de la población, la figura mediática del juez sigue polarizando posiciones. Las oficiales, se saben, la Tele insiste en lo de su lucha por las víctimas del franquismo, pero más allá de la Tele, su interesado progresismo, su desmesurado enriquecimiento, su burgués porte y figura, y sobretodo los 50.000.000 de pesetas por unos cursos pagados por Emilio Botín cuando le tiene entre las cuerdas en su Juzgado, y archiva la causa, no solo merma entusiasmos y manifestantes, sino que le ata al Supremo con una causa, la del dinero, de muy difícil solución política.

Que en la corrupta Justicia Española puede suceder cualquier cosa lo demuestran los propios Garzón y Luis Pascual Estevill, dos ejemplos sin igual en ninguna DEMOCRACIA occidental. Dos casos que nos demuestran en su magnitud la capacidad de depredación alcanzable. Es impensable en ningún país civilizado que un juez de instrucción pueda desarrollar tanto PODER, a la primera o segunda de cambio se les montaría un festival acabando con la bicoca. Ya en el antiguo Egipto se describen penas atroces para los jueces prevaricadores, entre ellas despellejarlos. Una cosa son las mordidas, y otra las dentelladas de nuestras estrellas judiciales. No existe en la corrupción de los países de nuestro entorno que el hijo (abogado, que condenado a una pena mínima, ni entrará en prisión) del juez cobre en el pasillo del juzgado bolsas de basura repletas de dinero, y no ni una ni diez veces sino muchas más, como no existe que un simple juez de instrucción pueda montar los números televisivos del juez Garzón.

Y de nuevo comparándolos busco información, y en cuanto a Estevill, sé por amarga experiencia propia que ya era CORRUPTO en mayúsculas antes que ejerciera, incluso antes de que se lanzara a la Política con sello de progresista, y apenas ocupó su primer cargo de juez de instrucción en Tarrasa, 1990, con Juan Piqué Vidal y sus socios los inspectores de Hacienda (ahora juzgados por el caso Hacienda), extorsionó por un tema fiscal a la conocida Nutrexpa, COLA CAO, de la familia Ferrero, multimillonarios. Se lo pudieron como a Franco los atunes. Después vino lo de sus campañas mediáticas prometiendo acabar con la corrupción de los burgueses catalanes. Cada caso, una rueda de prensa. La Prensa progre barcelonesa, toda, muy feliz, pero entre los progres y los burgueses en Cataluña el deslinde no existe, y pisando callos a diestro y siniestro, perdió su gran escudo, la progresía y hasta el pujolismo, al tiempo que se creaba otro. Por delegado del CGPJ, inspeccionó y empapeló a más de una docena de juzgados barceloneses. ¿Posee también Garzón su archivo protector?

La similitud se me aparece preguntándome que fue antes si PINOCHET y LAS VÍCTIMAS DE FRANCO O EMILIO BOTÍN. Aquí cabe el paréntesis de sus actuaciones en el CASO GAL que le valieron dar un gran salto en la Política, otra forma de prevaricación y corrupción. La respuesta de si el dinero se antepone a sus altruistas causas está claro, BOTÍN arrastraba de años el peliagudo tema fiscal de las “cesiones de créditos” (y otros) y encontraría el juez que se lo solucionaría no sin antes pasar por el “hijo en el pasillo” o los abogados a lo Juan Piqué Vidal, que se inventarían lo de Nueva York. Los cursos y conferencias, repito, invento barcelonés de Piqué Vidal aplicado con su colega y anterior todopoderoso en los casos económicos de la Audiencia Nacional el juez Miguel Moreiras (le salió gratis, un cambio de juzgado) para salvar a Javier de la Rosa. Después Garzón descubrió en Pinochet su gran escudo, y en las víctimas de Franco, adictos hasta fanatizados, y calculó que su invulnerabilidad era pareja a la del REY.

Continuaré repitiéndome, puesto que si sabemos el suave final del Juez Pascual Estevill (ni mucho menos le despellejaron, ni siquiera le embargarían suficiente para quitarle de la boca el Montecristo del 4 ni su ludopatía y las maquinitas) el de Garzón tiene para décadas, me sobrevivirá. Y lo de las ilegales escuchas en la cárceles entre acusados y abogados, CASO GÜRTEL, tiene TELA, como decíamos en LA MODELO, donde también se escuchaban. Otra de las denuncias archivadas.

¿Preguntarme porqué no se sienta en el mismo banquillo EMILIO BOTÍN por soborno, al igual que ahora los Núñez y Navarro o Javier de la Rosa en el caso Hacienda, sería otra ingenuidad de las mías? Aparte de que en España NO SE SOBORNA, si te pillan, o se inventan las pruebas, ¡pagas o pagas! ¡Qué País!