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CAUSA ABIERTA

Peñarol rompe récords

Peñarol rompe récords

Peñarol derrotó a Rampla 2 a 1 con goles de Moiraghi en contra a los 45 minutos del primer tiempo y de Gastón Ramírez de cabeza, para los picapiedras descontó Nicolás Guevara también de cabeza. Peñarol consiguió un record: por primera ganó los nueve primeros partidos del campeonato. Peñarol está ante su décima victoria consecutiva en la temporada. De lograrlo, será la novena por el presente Clausura y conseguirá entrar en la historia del club. "Pero hay que estar tranquilo. De nada sirve un récord si después no se gana el título", afirmó convencido Diego Aguirre. Y en parte tiene razón. Pero ganar hoy le permitirá al menos mantener la diferencia de cinco puntos en la tabla del torneo y seguir bien posicionado en la lucha de la Anual.
Es la cuarta vez que los aurinegros consiguen ocho triunfos al hilo en el comienzo de un campeonato. Pero nunca hubo nueve. Fue en 1936, 1949 (ambas en el marco del Uruguayo "largo") y en el más cercano 1999 (Clausura). La curiosidad es que en 1936 y 1949 fue justamente Rampla Juniors -el rival de hoy- el equipo encargado de cortar las rachas aurinegras e impedir una novena victoria consecutiva. En el 36, tras vencer a Defensor 4 a 2, Bella Vista 2 a 0, River Plate 2 a 0, Wanderers 2 a 1, Sud América 1 a 0, Racing 5 a 1, Central 3 a 2 y Nacional 4 a 0, Peñarol cayó ante Rampla Juniors 1 a 0. En el 49, los aurinegros derrotaron consecutivamente a Liverpool 5 a 0, Central 5 a 2, River Plate 3 a 0, Danubio 3 a 1, Defensor 6 a 1, Wanderers 6 a 0, Cerro 5 a 3 y Nacional 2 a 0 para luego empatar ante Rampla Juniors 2 a 2. En el Clausura 99, la racha se cortó ante Liverpool (1-1).
Rampla Juniors, tras un más que auspicioso inicio, se trancó y llega al partido de hoy cargando la mochila de tres derrotas al hilo, lo que lo mantiene en una zona peligrosa de la tabla del Descenso. Los aurinegros vienen de enfrentar a dos rivales en similar posición. A Cerro Largo lo vulneró rápidamente y terminó goleándolo; con Central Español demoró en encarrilar el partido, pero lo logró.

Tacuarembó derrotó a Defensor 3 a 2
De manera poco creíble, Defensor Sporting se quedó con las manos vacías. Es que las tenía todas consigo: jugaba como local, se enfrentaba a un Tacuarembó muy irregular y al término del primer tiempo se imponía 2 a 0 merced al doblete de Ignacio Risso a los 14´ y 25´. Es más, hasta el mismo "Nacho" tuvo la oportunidad de marcar el tercero también en esa primera mitad, pero el portero Yonny Da Silva le tapó magníficamente un penal. Todo era color violeta al descanso. Tacuarembó no encontraba su fútbol y cometía gruesos errores defensivos.
Sin embargo, el fútbol tiene estas cosas. Los comandados por Silva Cantera, que sin desplegar un gran fútbol se habían adueñado justificadamente del trámite, vieron como Tacuarembó se agrandó en la segunda mitad.
Despacito, se empezaron a animar… y vieron que podían. A los 59´, Renzo Pozzi descontó para los del norte y la incertidumbre pidió permiso. Envalentonados, fueron por más. A los 65´, Luis Machado logró empatar ante el estupor de los hinchas locales, quienes no podían entender como se les iba un partido que parecía ganado.
Pero… el match tenía más sorpresas preparadas. Cuando se consumía el tiempo reglamentario y Defensor se mostraba irresoluto, Vinicius se elevó y conectó un preciso cabezazo que venció la ciudadela del conjunto local.
Sí, Tacuarembó le ganó en la hora 3 a 2 a Defensor luego de ir 2 a 0 abajo. Una victoria clave que le permite respirar en la tabla del descenso. Del lado violeta, ya nadie se puede explicar la pésima campaña que viene realizando.

Fénix le ganó 2 a 1 a Cerrito
Cuando las esperanzas se diluían, cuando parecía que el triunfo era una utopía, cuando parecía que se alejaba de la lucha por el título, surgió Santiago Fosgt y salvó a los comandados por Rosario Martínez en el Parque Maracaná…
El lungo zaguero se mandó la patriada al área rival y, tras un tiro libre frontal de Matías Mier, conectó un letal cabezazo que pegó en el travesaño, picó en la línea y salió, pero el juez Darío Ubríaco determinó que la pelota había traspasado íntegramente la línea de gol por lo que, inesperadamente, el tablero pasó a indicar que Fénix le ganaba 2 a 1 a Cerrito. Iban 88 minutos…
Acto seguido, los hinchas del local, visiblemente frustrados, comenzaron a arrojarle piedras al portero albivioleta Danilo Lerda y Ubríaco, en acertada decisión, suspendió el match a los 89´.
Pero, comienzo tienen las cosas… Cerrito arrancó mejor. Sin ser una máquina de fútbol, era un poco más que Fénix, principalmente porque Juan Manuel Ortíz y Alberto Acosta desbordaban y le generaban más de un dolor de cabeza a los zagueros rivales.
Sin embargo, a los 31´, los albivioletas se acercaron peligrosamente. Un corner bien servido se cerró y en el primer palo apareció Gerardo Varela, quien, de palomita, conectó un cabezazo que dejó sin asunto a Nicolás Vikonis.
Así finalizó la primera mitad… El gol lo mereció Cerrito, pero lo anotó Fénix, quien se agrandó en los minutos finales.
La segunda parte comenzó con un conjunto local dispuesto a llegar al empate de cualquier manera. Los albivioletas se adherían al libreto: aguantar y rematar de contra.
A los 64´, y cuando Cerrito se había perdido un par de goles increíbles, fue expulsado, en discutible fallo, Luciano Cardinali en Fénix. Esta incidencia agrandó aún más a los locales que llegaron a la igualada merced a un penal bien cobrado transformado en gol por el "Betito" Acosta. Uno a uno y pelota al medio.
De allí hasta el final, los auriverdes fueron con todo a por el gol de la victoria, mientras que los de Capurro soportaban el vendaval e intentaban lastimar de contra.
Cuando parecía que todo terminaba en tablas, apareció Fosgt, marcó el agónico gol y le dio tres puntos vitales a su equipo, que respira cada día más en el descenso y que mira de reojo la punta del Clausura. (Ovación)

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