Blogia
CAUSA ABIERTA

Tailandia a un paso de la explosión social

Tailandia a un paso de la explosión social

Decenas de miles de "camisas rojas", partidarios del ex primer ministro en exilio Thaksin Shinawatra, lanzaron ayer domingo un ultimátum al gobierno tailandés, exigiendo su caída, y prometieron marchar hoy lunes hacia el campo militar donde se encuentra atrincherado. Los organizadores afirman que más de 100.000 personas habían llegado del norte y del noreste del país, bastión de los partidarios de Thaksin, para denunciar la confiscación del poder por las elites de Bangkok. Por su parte, la policía estimaba en 86.000 el número de manifestantes. Una abigarrada multitud de obreros y sobre todo de campesinos vestidos de rojo había avanzado hacia la capital en camiones, buses y camionetas desde el viernes.
Otros habían desembarcado de pequeños barcos en los muelles del río Chao Phraya, en pleno centro de la ciudad.
La última manifestación, en abril de 2009, dejó dos muertos y un centenar de heridos, haciendo que las autoridades multiplicaran las advertencias y afirmando que todo desborde sería reprimido. Sin embargo, no se notaba ninguna tensión en Bangkok, donde la manifestación estaba encuadrada por unos 6.300 miembros de la fuerzas del orden, en el marco de una amplia movilización de un total de 50.000 soldados, policías y civiles.
Los "rojos" han endurecido no obstante su discurso, lanzando un ultimátum al gobierno de Abhisit Vejjajiva, indicando que marcharán el lunes a las 09h00 (02H00 GMT) hacia la base militar donde el gobierno ha instalado un cuartel general de crisis, a unos 20 km del centro de Bangkok.
"Iremos a escuchar la respuesta del gobierno en el 11º regimiento de infantería, donde está instalado. Si se niegan a responder a nuestras reivindicaciones, anunciaremos la próxima etapa", advirtieron.
La manifestación se produce dos semanas después de la confiscación de más de la mitad de la fortuna de Thaksin, considerado culpable de abuso de poder y de conflicto de intereses cuando dirigía el país.
El hombre de negocios, único primer ministro tailandés que ha sido reelegido, fue derrocado por un golpe de Estado.
"Queremos justicia e igualdad", clamó Thaksin en un discurso a sus partidarios mediante una videoconferencia desde un lugar desconocido el domingo en la noche.
"Nada es más fuerte que el poder del pueblo. Pido a todos los 'camisas rojas' que no se echen atrás. No es un problema personal, combatimos por la justicia", afirmó, juzgándose víctima de "tiranos en el seno de la elite".
Los "rojos" consideran a Thaksin como el único político que se ha preocupado de su suerte. Las elites de la capital, sobre todo los "camisas amarillas" monarquistas, le reprochan su populismo, sus negocios y la amenaza que según ellos representa para la monarquía.
Pero el jefe del gobierno, Abhisit Vejjajiva, que llegó al poder a fines de 2008 mediante un juego de alianzas parlamentarias y que cuenta hasta ahora con el apoyo del ejército, ha reafirmado su determinación.
"Tengo el derecho de terminar mi mandato, pues fui elegido en el parlamento como otros anteriores primeros ministros" declaró, agregando que el gobierno no tenía "ningún proyecto de reprimir la manifestación".
Una ley de seguridad excepcional había sido adoptada, pero el estado de emergencia sólo será decretado "según ciertos criterios y circunstancias", agregó el primer ministro.

0 comentarios