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CAUSA ABIERTA

Antes de ser ejecutado en Texas pidió perdón a los padres de la pareja brasileña que asesinó

Antes de ser ejecutado en Texas pidió perdón a los padres de la pareja brasileña que asesinó

Un hombre declarado culpable de asesinar a una pareja de inmigrantes brasileños fue ejecutado hoy en Texas (EE.UU.), informaron fuentes del penal de Huntsville. Michael Sigala, de 32 años, recibió una inyección letal después de que el Tribunal Supremo declinara revisar su caso la semana pasada.
La muerte del condenado fue constatada a las 00.20 GMT del miércoles, nueve minutos después de que el fluido letal comenzara a circular por su sistema, informó una portavoz del penal.
Antes de ser postrado en la camilla donde recibió la inyección, Sigala pidió perdón a los padres de sus dos víctimas que llegaron desde Brasil para presenciar la ejecución.
"Quisiera pedir perdón a sus familiares. No tengo razones para explicar por qué lo hice. Espero que puedan vivir el resto de sus vidas sin odio. Rezo para que Dios me otorgue su perdón", señaló el condenado, según relató la portavoz.
Para su última cena, Sigala pidió burritos fritos, tres porciones de pizza, papas fritas, cuatro tazas de té frío y un pastel de chocolate.
Sigala fue condenado a muerte por el asesinato de Kleber Santos y a su esposa Lilian en su apartamento en Plano, un suburbio de la ciudad de Dallas en agosto de 2000.
Según manifestaron los fiscales durante el juicio, Sigala mató de un balazo en la cabeza a Kleber inmediatamente después de ingresar a su apartamento con la intención de robar.
Posteriormente, torturó durante varias horas y violó a la mujer a la cual maniató con un cordón telefónico antes de darle muerte también con un balazo en la cabeza.
Los cuerpos fueron encontrados por un vecino que se presentó en el domicilio después de que Santos no concurriera a su trabajo en una fábrica de teléfonos móviles, donde se desempeñaba como ingeniero informático.
Según el sitio en internet urbangrounds.com, Sigala trató de eliminar las pruebas del crimen borrando las huellas digitales que había dejado en el lugar.
Además de limpiar la alfombra donde se había masturbado, saqueó el apartamento y huyó tras apoderarse de los anillos de matrimonio de la pareja.
Sigala fue arrestado dos meses después, cuando la policía siguió la pista de los anillos encontrados en una casa de empeño de la ciudad de Dallas.
Durante el juicio, los abogados de Sigala pidieron sin éxito que la condena a muerte fuera reducida a la de cadena perpetua, porque los problemas que había sufrido en su infancia y el hecho de que fuera un drogadicto lo habían llevado a una vida de delincuencia.
En el momento en que fue arrestado, Sigala estaba bajo libertad condicional de 10 años tras haber sido condenado a una pena de cárcel por asalto.
La de Sigala es la tercera ejecución de este año en Texas, estado que tiene previstas tres más en marzo.
La próxima semana será ejecutado Joshua Maxwell condenado a muerte por el secuestro y asesinato a balazos de un alguacil del condado de Bexar en 2000.

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