Menores matan de un tiro en el cuello a un almacenero de Flor de Maroñas

Tres menores protagonizaron un trágico asalto anoche en un almacén de Flor de Maroñas. Entraron armados al local ubicado en la calle Andrés Latorre , el almacén de Don Mario Crespo, un sexagenario que hacía más de treinta años vendía en la zona.
Los malhechores usaron de escudo a uno de los clientes, un hombre de 29 años que con un arma en el pecho fue el rehén que hizo que Mario entregue todo el dinero de la caja. Luego de tomar el poco efectivo que había ($40) y el que portaban los 5 clientes que en ese momento estaban en el almacén, uno de los menores se acercó al comerciante para quitarle el dinero que tenía en su bolsillo. El hombre se resistió y ahí comenzó el caos.
Al grito de "somos menores y estamos fugados" los ladrones emprendieron la retirada. Don Mario aprovechó para tomar un arma y hubo un intercambio de disparos. Desafortunadamente uno de los gatillazos efectuados por los delincuentes fue a dar en el cuello del dueño del almacén.
"Quedó blanco y frío en un segundo", relató a Radio Carve uno de los testigos. Es que Crespo era diabético y enfermo del corazón y la herida fue fatal. Horas después falleció.
"Tenían muy claro cómo operar, no había nervios" dijo uno de los vecinos que describió a los ladrones como "tres chicos jóvenes, de unos 17 años, muy violentos" y recordó a Don Mario como "un luchador". El joven, de 29 años y padre de dos hijos, dijo sentir mucho miedo e impotencia.
La policía cree que los ladrones no son de la zona. Hasta el momento siguen fugados.
El presidente de Cambadu, Mario Menéndez, habló esta mañana en Radio Carve. Muy dolido recordó que "el hombre que murió era una persona que empezó con un carrito, un trabajador, que nunca dejó a nadie a pie" y reconoció la valentía de los almaceneros que siguen trabajando en esos barrios: "están regalados, porque la vida de la gente parece que no valiera nada. La seguridad es un servicio por el cual todos pagamos con los impuestos pero nadie se hace responsable después si quedan viudas. Esa gente no tendría ni que pagar impuestos porque están haciendo una obra social en nuestro país, viviendo enrejados, trabajando enrejados".
Para finalizar declaró "Tendremos que apelar a los que pagan fiestas para cuidarnos a todos. Eso sería trabajar para el Uruguay y no trabajar para un montón de personas nada más".