Estudiante expulsada por usar minifalda se corona como reina de carnaval en Brasil

Geisy Arruda es prueba viviente de que en ningún lugar la transformación es más factible que en el Carnaval de Brasil tras pasar de una estudiante expulsada por usar una minifalda a una verdadera reina de carnaval. La estudiante universitaria de 20 años proveniente de una familia pobre, atrajo la atención mundial en octubre de 2009 cuando fue expulsada por ir con minifalda a clases.
Tres meses y cuatro cirugías plásticas después, Geisy Arruda participó el lunes en el desfile al frente del carro de uno de los principales grupos de samba de Río de Janeiro.
Arruda bailó en un carro que simulaba un enorme palacio inglés, feliz y ataviada con una versión para carnaval del vestido que tenía puesto cuando paralizó las clases en su universidad.
Bailó animada aunque el doctor le advirtió que no hiciera mucho ejercicio por sus cirugías recientes.
Al terminar el desfile de 80 minutos Arruda le dijo alterada a un oficial del carnaval que quería quitarse la ropa.
"Necesito quitarme esto, hace demasiado calor", afirmó tirando del vestido rojo.
Se recostó en el piso y dijo a la televisora Globo que a pesar de sentirse mal por el calor la experiencia fue "increíble".
La llevaron con un médico donde reposó y le dieron agua antes de que se recuperara.
En una reunión con la prensa poco antes de que su grupo de samba saliera al desfile, Arruda alardeó de su vestido corto y de lentejuelas rojas.
La bailarina, que llevaba gemas rojas de imitación y polvo dorado centelleante en su cara, habló de su alegría por aparecer en las celebraciones más importantes de esta semana en Brasil y cómo convirtió un episodio malo de su vida en algo positivo.
Sobre todo, Geisy Arruda expresó su encanto por las cámaras y su emoción por desfilar ante 80.000 espectadores y cientos de fotógrafos.
"Confieso, soy una joven vanidosa, y los cambios que me hice me han dado la confianza que necesito para bailar en estos carnavales", expresó Arruda a la Associated Press.
"Todos miran cada parte de uno. Exigen demasiado a las mujeres brasileñas durante el carnaval, hay que ser perfectas, impecables.
"Estoy llegando a ese punto", agregó, "pero es un nivel difícil de alcanzar".
Pero ése no ha sido el único obstáculo que afrontó.
Arruda ejecutó una danza respetable, pero como le pasaría a una aficionada lanzada a la cancha de la Copa Mundial de la samba, quedó superada por una policía que acaparó titulares en Río porque se convirtió en la musa para el grupo de samba Porto da Pedra, con el que desfiló Arruda.
Julia Liers dio una lección de samba a tres metros de distancia frente al coche de Arruda. Liers llevaba tacones centelleantes, medias rojas y un dorso con plumas rojas.
Liers avanzó con sensualidad por la pista del desfile para el deleite de la multitud, en especial de los hombres.
"¿Es esa la policía?", preguntó uno de los espectadores. "Si es así, que me encierren", apuntó.
Rafaela Mara, una espectadora, expresó algo de celos hacia Arruda.
"Tal vez la chica lo disfrute, pero no baila bien la samba", afirmó. "Una chica como yo, de un barrio pobre, bailaría mucho mejor que ella", apuntó.
Sin embargo, Joao Victor Silva, quien tocó un tambor para el grupo Porto da Pedra, consideró fantástica la participación de Arruda con el grupo. "Es una enseñanza que Arruda convirtiera una situación terrible en algo extremadamente positivo", agregó.
El 22 de octubre, Arruda fue obligada a cubrirse con la bata de laboratorio de un profesor y fue escoltada fuera de clase por la policía en medio de los insultos de otras estudiantes. Los vídeos del incidente figuraron entre los más vistos en internet.
El escándalo causó que su colegio adoptara medidas disciplinarias contra la joven rubia, pero no hicieron que perdiera la autoestima.
Arruda fue expulsada ante lo que las autoridades describieron como conducta provocativa en un país famoso porque sus mujeres llevan ropa sensual.
Ante la indignación nacional posterior, Arruda fue readmitida de inmediato en la escuela, aunque no regresó con el argumento de que temía por su seguridad.
En cambio, Arruda quedó bajo la protección de unos estilistas y peluqueros en Sao Paulo que vieron su situación como una batalla contra el sexismo y la discriminación dentro de la cultura machista de Brasil.
La transformación física de Arruda incluyó una liposucción para retirarle cinco kilogramos (11 libras) de grasa del abdomen. Parte de esa grasa le fue inyectada en la cara para aumentarle las mejillas.
Y como el incidente ocurrió en Brasil, el resto de la grasa le fue inyectada en el trasero para hacérselo más atractivo.
También le fueron aumentados los senos y le fueron practicados otros tratamientos estéticos que no requirieron intervención quirúrgica.
Arruda dijo que todos los gastos fueron cubiertos con donaciones reunidas por su estilista.
Primero bailó el sábado en Salvador, en el estado de Bahía, que rivaliza cada año con Río por el carnaval más vistoso de Brasil.La joven lució en esa ocasión un escote blanco y apretado y una falda corta gris.
El domingo, participó en el desfile de Sao Paulo, su ciudad natal, en el que llevó un tocado de plumas púrpuras y un poco más.