Nacional y Tacuarembó empataron 1 a 1 por el Clausura uruguayo

Cuando recién los equipos se estaban parando en el campo, a los 49 segundos Tacuarembó ya ganaba. Despeje potente de Innella desde su propia área, el balón que picó detrás de los zagueros de Nacional y Jonathan Ramírez, una verdadera bala humana, llegó a la pelota para tocarla con clase por encima del cuerpo del arquero Muñoz. El local, que fue visitante, ya ganaba. Y esa jugada fue sólo una muestra de lo que vendría, porque Ramírez enloqueció a toda la defensa tricolor, a la que le hizo sacar tres tarjetas amarillas. Cada pique suyo fue una jugada de gol, excepto cuando lo marcó Sebastián Coates, quien más firme se paró. Tacuarembó dejó pasar su momento para dejar prácticamente sentenciado el partido al desperdiciar varias jugadas, sobre todo en los pies del propio Ramírez, ante un Nacional que no lograba generar fútbol porque el rival le cortaba, con un planteo inteligente, los circuitos. "Matute" aparecía por los dos lados pero no tenía con quién tirar paredes y así el tricolor era inoperante.
Lo que no supo hacer Tacuarembó en el arco rival sí lo hizo Nacional. A un grande no se le puede perdonar la vida porque su casta a la larga termina decidiendo. Y así fue. ¿Qué cambió para que pasara a dominar en los segundos 45`? Que Regueiro ya no jugó de espaldas al arco. Así, empezó a complicar con su velocidad. Con una gran media vuelta empató el partido y metió un tiro al palo con el que le hubiera dado a su equipo tres puntos que no mereció. (Ovación)