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CAUSA ABIERTA

Berlusconi habla de "amor" frente al "odio" mientras la tensión política sigue aumentando

Berlusconi habla de "amor" frente al "odio" mientras la tensión política sigue aumentando

"El amor vence siempre por encima de la envidia y del odio". Con estas palabras el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, se dirigió hoy por primera vez a los italianos tras la violenta agresión que sufrió este domingo por la tarde, cuando un desequilibrado mental le lanzó una estatuilla en miniatura de la catedral de Milán en plena cara. 'Il Cavaliere', que tiene dos dientes rotos y presenta diversas heridas en la boca y la nariz, saldrá mañana por la tarde del hospital aunque tendrá que guardar reposo durante al menos dos semanas más. A pesar del candor de sus palabras, que fueron publicadas en la página web de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), la ya elevada tensión política no se aplacó sino más bien al contrario, subió todavía más de tono. Y precisamente, fueron los parlamentarios del PDL quienes alimentaron el fuego a través de la intervención de su portavoz en la Cámara de los Diputados, Fabrizio Cicchitto, quien acusó a una parte de la magistratura y al partido Italia de los Valores (IDV), entre otros, de haber armado "la mano de quien agredió a Berlusconi".
Según Cicchitto, el desequilibrado mental que lanzó la estatuilla contra Berlusconi, actuó instigado por "una despiadada campaña de odio" llevada a cabo por una "red" que estaría compuesta por el grupo editorial 'Repubblica'-'L'Espresso', el periodista Marco Travaglio, autor de diversos libros sobre Berlusconi y a quien calificó como "terrorista mediático", algunos fiscales y el partido Italia de los Valores.
Cicchitto tampoco se olvidó del líder de la oposición, Pierluigi Bersani, a pesar de las demostraciones de solidaridad que el líder del Partido Democrático ha tenido con Berlusconi, trasladándose personalmente al hospital donde se halla ingresado para visitarle.
Todo ello demuestra que, pese a la unánime condena de la agresión por parte de toda la clase política, el enfrentamiento político sigue candente. En realidad, la controversia empezó a raíz de las declaraciones del líder de Italia de los Valores, Antonio Di Pietro, y una de las exponentes del principal partido de centro-izquierda, Rosy Bindi, que desde el primer momento responsabilizaron en parte al 'premier' de lo sucedido. En concreto, señalaron que la reacción del agresor se enmarca en el clima violento que ha generado el mismo Berlusconi con sus continuos ataques a los jueces y determinados grupos periodísticos y de opinión.
PDL ABANDONA EL AULA MIENTRAS DI PIETRO HABLA
En este contexto, las palabras de Cicchitto no hicieron otra cosa que aumentar todavía más la crispación, que tocó hoy uno de sus máximos durante la intervención ante la Cámara de los Diputados de Antonio Di Pietro, durante la que los parlamentarios del PDL abandonaron el aula.
"No nos dejaremos intimidar. Nosotros no hacemos oposición por odio a Berlusconi sino por amor a nuestro país. Desde hace quince años luchamos contra medidas que ofenden nuestras conciencias. Esto crea odio, esto arma la mano instigada por los problemas de una mayoría (parlamentaria) y de un Gobierno que doblegan el Parlamento" según sus intereses, proclamó.
EL AGRESOR LLEVABA HORAS ESPERANDO A BERLUSCONI
Entretanto, el ministro del Interior, Roberto Maroni, informó sobre los últimos detalles de la investigación y reveló que el agresor, que se llama Massimo Tartaglia y padece un trastorno mental desde que tenía 18 años, llevaba horas esperando a Berlusconi y portaba varios objetos contundentes, hechos que demuestran la "premeditación" con que actuó.
El hombre llegó a las 11.00 horas de la mañana, mientras que la agresión no se produjo hasta última hora de la tarde, hacia las 18.45 horas. De hecho, dos testigos avisaron con antelación a la Policía sobre la presencia de un loco que molestaba a la gente, según explicó el ministro.
Tartaglia, que tiene 42 años, pidió ayer perdón a Berlusconi a través de una misiva. Sus abogados han solicitado trasladarle a un hospital psiquiátrico a la espera de que pueda ingresar en un centro terapéutico especializado.
Aunque Tartaglia actuó por locura y de modo aislado, Maroni no descartó que en un futuro puedan volver a producirse actos similares, ya que "la creciente campaña contra la persona del 'premier', que en muchos casos sobrepasa las reglas del debate democrático, puede acabar provocando una espiral emulativa", advirtió.
Una muestra de ello serían los numerosos fans que han reunido los grupos de apoyo al agresor surgidos en Internet, los cuales serán objeto de medidas especiales por parte del Gobierno, que está estudiando el modo de eliminarlos.
Y mientras el país sigue sumergido en la polémica y el Gobierno trata de reaccionar ante lo sucedido, Berlusconi permanece ingresado en el hospital san Raffaele de Milán, donde se recupera de sus heridas. Los médicos esperan poder darle el alta mañana por la tarde, aunque tendrá que renunciar a sus actividades públicas hasta después de Navidad.

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