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CAUSA ABIERTA

Uno de cada cinco portadores del VIH en África se infectó porque médicos usaron agujas contaminadas

Uno de cada cinco portadores del VIH en África se infectó porque médicos usaron agujas contaminadas

A esta conclusión llegó un estudio de la Royal Society of Medicine, de Gran Bretaña, presentado a propósito del Día Mundial del Sida, que se conmemora hoy.
Los autores del informe sostienen que cerca de cinco millones de nuevos casos anuales se deben a prácticas médicas inaceptables, como esta.
Según el epidemiólogo John Potterat, uno de los responsables de la publicación International Journal of STD and HIV, gobiernos y agencias internacionales de salud han optado por "hacer caso omiso de la evidencia existente".
"Los estudios efectuados indican que muchos africanos corren riesgo de infectarse por el uso de instrumentos y materiales contaminados", señaló Potterat, citado por el diario The Daily Telegraph.
"Al aceptar sin críticas la opinión ortodoxa de que el VIH se transmite casi exclusivamente a través de relaciones sexuales, personal sanitario y científicos no están ayudando a evitar sufrimientos innecesarios", agregó.
Los resultados del estudio siembran dudas sobre la eficacia de los esfuerzos internacionales, que se centran en impedir la transmisión por contacto sexual o de madres a hijos.
Potterat y otros once científicos publican hoy trabajos sobre el tema. Uno de ellos, con pacientes del Calabar Teaching Hospital, en Nigeria, señala que la mitad de los vacunados contra el tétanos vio cómo se volvían a utilizar las misma agujas. Y los infectados por VIH fueron sometidos a transfusiones o procedimientos con aguas que, tal vez, no estaban suficientemente limpias.
Pese a estos cuestionamientos, el último informe global sobre el avance de la enfermedad indica que el número de nuevas infecciones se redujo en 17 por ciento, particularmente en África. Onusida estima que en el mundo hoy viven 33,4 millones de personas con VIH sida.
Los países deben abandonar el uso de estavudina, antirretroviral de uso extendido, por sus efectos colaterales "irreversibles", y emplear la zidovudina (AZT) o el tenofovir (TDF), menos tóxicos.
Los pacientes deberían empezar el uso de antirretrovirales cuando su recuento de CD4 (una medida de fortaleza del sistema inmune) caiga a 350 células/mm3, cuando tienden a aparecer síntomas.
Para prevenir la transmisión de madre a hijo, las embarazadas deberían comenzar a consumir medicamentos desde la semana 14 de gestación y continuar su uso hasta el final de la lactancia.

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