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CAUSA ABIERTA

Mientras el Muro de Berlín caía, Angela Merkel estaba en una sauna

Mientras el Muro de Berlín caía, Angela Merkel estaba en una sauna

La ida a la sauna, rutina que practicaba cada semana, impidió a la futura canciller Angela Merkel, criada en la Alemania comunista (RDA), presenciara hace veinte años, el jueves 9 de noviembre de 1989, la histórica caída del Muro de Berlín. "Había ido al sauna con una amiga, como lo hacía todos los jueves. Cuando salí, el puesto fronterizo de Bornholmer Strasse, uno de los primeros que franquearon el paso entre el este y el oeste de Berlín, estaba abierto, entonces pasé del otro lado", contó Angela Merkel en un programa de la televisión alemana.
Más tarde "me encontré en un apartamento con gente perfectamente desconocida que nos invitó a tomar una cerveza", recordó Merkel, que en aquel entonces tenía 35 años y trabajaba en la división de física de la Academia de Ciencias de Berlín Este.
Antes de ir a la sauna, Merkel había invitado a su madre a comer ostras en un palacio de Berlín Oeste.
"Era una broma recurrente entre nosotros. Decíamos que cuando la frontera cayera iríamos a comer ostras a Kempinski", dijo Merkel, precisando que ni ella ni su madre tenían muchas esperanzas.
Sin embargo, Merkel recordó que esa noche, cuando lanzó la ritual invitación, le dijo a su madre: "Presta atención. Puede pasar dentro de poco".
Angela Merkel, que en 2005 se convirtió en la primera canciller oriunda de la ex RDA, nació en Hamburgo, norte de Alemania.
Sin embargo, cuando tenía apenas unos meses su padre, un pastor enviado del otro lado del la Cortina de Hierro para evangelizar la Alemania comunista, se instaló en la ciudad estelamena de Templin, en la RDA.
La canciller, reelegida por cuatro años al frente de Alemania gracias a la victoria de los democristianos y los liberales en las elecciones legislativas el 27 de septiembre pasado, inició su carrera política justo después de la caída del Muro, bajo el ala protectora del ahora canciller Helmut Kohl.
Merkel, que conocía el modo de vida occidental, ya que viajaba frecuentemente a Hamburgo para visitar a su abuela, nunca quiso irse de la RDA por apego a su familia y sus amigos.
"Era un paso difícil dejar el mundo en el cual vivía, por esa razón no lo hice", comentó Merkel.

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