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CAUSA ABIERTA

Amnistía Internacional denuncia que la policía española pega y no paga

Amnistía Internacional denuncia que la policía española pega y no paga

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) denunció este martes que el maltrato policial a detenidos sigue quedando impune en la amyoría de las ocasiones en España, por lo que pidió la creación de un organismo independiente que investigue estas denuncias. "La investigación y la sanción de la tortura policial sigue siendo un agujero negro por el que se cuela una impunidad casi absoluta", afirmó el director de la sección española de AI, Esteban Beltrán, al presentar el informe "España: sal en la herida".
El documento recoge 11 casos de maltrato y tortura policiales denunciados por la organización en 2007, de los que "sólo dos han concluido con una resolución condenatoria", según AI.
De los otros nueve casos, "seis fueron sobreseídos sin que llegase a celebrarse un juicio y dos continúan en fase de investigación", mientras que en el último caso "se determinó que se había cometido tortura, pero todos los agentes imputados fueron absueltos alegando que era imposible identificar cuál de ellos había participado personalmente en la agresión".
Según Beltrán, esta casi impunidad se explica por cuatro factores como la "falta de voluntad política de perseguir a los torturadores", que los propios cuerpos de seguridad infractores sean los encargados de investigarlos, la falta de colaboración de la policía para identificar a sus miembros implicados en estos casos y las "contradenuncias".
Para evitar estas situaciones, AI aboga por la creación de un organismo que pueda iniciar investigaciones propias y remitir casos directamente a la fiscalía, además de gozar de todos los recursos, competencias y atribuciones necesarias para llevar a cabo su función sobre presuntas violaciones de derechos humanos.
En este sentido, la organización de defensa de derechos humanos consideró un avance la creación del "Comité de ética de la policía de Cataluña", independiente de la policía regional catalana, aunque no puede iniciar sus propias investigaciones ni enviar pruebas al fiscal o al juez. "Como consecuencia, la actuación de la policía nacional y la guardia civil en la protección de derechos humanos se va a quedar más atrás que las de las fuerzas policiales regionales", según Beltrán.
Entre los casos denunciados por AI figura el del chileno Rodrigo Lanza, víctima de malos tratos a manos de un agente de la guardia urbana de Barcelona, tras ser detenido junto a otros dos jóvenes después de que un policía resultara herido en "circunstancias controvertidas".
Lanza aseguró este martes en rueda de prensa que fue sometido a "graves malos tratos físicos" y que su denuncia fue archivada por la misma juez que lo condenó por intento de homicidio del policía rechazando "sistemáticamente" sus pruebas y asegurando que "aunque vengan mil más como usted, yo voy a creer a la policía".
El joven chileno ha cumplido dos años de prisión preventiva y está a la espera de volver a ingresar en la cárcel por un periodo de cinco años, según él. "En España no hay una política sistemática de tortura y malos tratos, pero va más allá de un problema aislado", concluyó Beltrán.

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