Blogia
CAUSA ABIERTA

Montevideo: Asaltante con granada en mano causó pánico en el centro y fue abatido por la policía

Montevideo: Asaltante con granada en mano causó pánico en el centro y fue abatido por la policía

"El Colchón" era un "pesado". Fugado de la cárcel de Salto con antecedentes por homicidio y varias rapiñas, venía cometiendo asaltos usando una granada. Ayer murió en su "ley" a manos de la Policía.
Llevaba dos armas pero no llegó a utilizarlas. Evidentemente fue muerto minutos antes de que intentara un nuevo atraco. Un inhalador para asmáticos, que provocaba un bulto en uno de sus bolsillos, hizo pensar a los policías que se trataba de la granada.
Esto ocasionó un férreo despliegue para evitar que nadie resultara herido si el supuesto explosivo llegaba a detonar. Luego de la intervención de la Brigada de Explosivos del Ejército se comprobó que el delincuente no llevaba granada pero el operativo dispuesto, que cerró dos manzanas, conmocionó a comerciantes y vecinos de Galicia y Río Negro. El delincuente que lo acompañaba logró huir en un auto blanco. Todo comenzó sobre las 18 horas cuando un equipo de la Brigada de Asaltos de Hurtos y Rapiñas efectuaba un patrullaje preventivo en la zona. A la altura de Galicia los policías reconocieron a Julio César Delgado Sanabria de 36 años, conocido como "El Colchón". Había quedado filmado hace exactamente una semana en un cambio de Sarandí y Zabala.
Allí se acercó al mostrador y esgrimió la granada, amenazando con arrojarla si no le abrían la puerta de seguridad. Así, él y otro delincuente se apoderaron del dinero de las cajas y huyeron en un auto.
En la esquina con Río Negro los policías le dieron ayer la voz de alto. Lejos de entregarse, Delgado manoteó una de las dos armas que llevaba en el cinto. Fue su último gesto consciente. Los efectivos hicieron cinco disparos. Dos impactaron en Delgado, uno en el rostro y el otro en el pecho. El delincuente cayó boca abajo. El otro asaltante que lo acompañaba alcanzó a subir a un auto blanco y huyó por Río Negro hacia la rambla. De inmediato se radió el alerta y otros equipos de Investigaciones y de la Dirección de Seguridad trataron de cerrarle el paso, pero el rapiñero logró sortear el cerco.
Mientras tanto en la esquina de Río Negro y Galicia, el peligro lejos estaba de haber pasado para los policías que se esforzaban en evitar que los curiosos de siempre se acercaran. Delgado estaba boca abajo y podía tener encima una granada. Los locales comerciales más cercanos fueron evacuados y se prohibió el trasiego de la gente, sumamente intenso a esa hora por la cantidad de personas que se dirigen hacia la terminal de Río Branco, a dos cuadras del lugar. Incluso los vecinos que se asomaban a los balcones eran obligados a entrar nuevamente a sus casas.
Minutos más tarde el propio jefe de Policía, Alberto Toscanini y el Coordinador Ejecutivo de la Jefatura, Luis Mendoza, llegaron al lugar a supervisar directamente el operativo.
"Yo venía por Río Negro y cuando iba a cruzar Galicia escuché varias detonaciones. Pensé que era alguno que estaba festejando la victoria de Uruguay pero después vi corridas y me di cuenta que algo raro pasaba. Entonces lo vi tirado al tipo. Todavía pegaba como saltitos, tenía como convulsiones", contó Alberto, un trabajador que pasaba por el lugar.
La noche empezaba a caer cuando los efectivos del Ejército comenzaron una cuidadosa labor. Al principio usaron un robot a control remoto para dar vuelta el cuerpo del delincuente. Luego uno de los efectivos se acercó a Delgado y lentamente comenzó a revisar los bolsillos de la campera, luego de los pantalones, hasta que comprobó que esta vez "El Colchón" no llevaba granada alguna. Sí llevaba dos potentes armas. Un pistola HK 9 milímetros y un revólver calibre 357. Tenía también una cantidad importante de municiones, lo que daba cuenta que estaba dispuesto a enfrentar una balacera. Le encontraron 30 municiones para 357 y otras 20 para 9 milímetros.
El cuerpo hizo como un sonido de campana cuando cayó en el cajón de metal de la morgue judicial. Fue el último round para "El Colchón".
Fugado entre la visita
Julio César Delgado Sanabria, de 36 años, había fugado el 12 de abril de la cárcel de Salto cuando aprovechó una visita para entreverarse a la salida. Allí había llegado en uno de los traslados efectuado para descomprimir el Comcar. Estaba procesado por homicidio y unas nueve rapiñas. En estos cinco meses se estima que cometió unas cuantas rapiñas, no sólo en Montevideo, donde se dedicó a los locales de pagos y cambios, sino también en el interior. La Policía busca a quien lo acompañó en los asaltos de Montevideo.
Comando supervisó toda la operativa
Los curiosos no parecían tomar conciencia del peligro que podía representar la onda expansiva producida por la detonación de una granada.
Para la Policía, sin embargo, estuvo claro desde un primer momento. No en vano en minutos llegó el comando de la Jefatura de Policía, encabezado por el jefe de Policía Alberto Toscanini.
"El delincuente fue detenido por un equipo de Hurtos y Rapiñas que hacía una tarea de patrullaje preventivo. Una de las estrategias a la que apostamos y estamos tratando de afinar. Justamente ahora suspendimos una reunión que teníamos pactada para seguir trabajando en este tema. Intentamos sacar la mayor cantidad posible de personal a las calles", comentó a El País, el jefe de policía, escoltado del Coordinador General de Jefatura, Luis Mendoza.
Toscanini, que asumió el lunes de la semana pasada, no perdió la oportunidad ese mismo día de definirse como: "un policía de calle". Incluso reflexionó sobre la función de los oficiales. "El comisario y el jefe de zona no deben estar detrás de un escritorio, sino que deben salir a respaldar al personal subalterno", indicó. También afirmó que la presencia de personal superior es necesaria para "dar la debida garantía de procedimiento". Una función de la que dio el ejemplo ayer cuando permaneció en el lugar hasta el último momento. El jerarca sostiene que en Montevideo trata de aplicar el mismo método de cuando era jefe de Cerro Largo y por el cual logró bajar en un 50% los índices de delito. Según información oficial, desde la aplicación del Plan Integral de Seguridad, a fines de 2008, se han reacomodado 900 efectivos que se volcaron a recorrer Montevideo.
El País Digital

0 comentarios