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CAUSA ABIERTA

Aguas cálidas derriten los glaciares de Groenlandia

Aguas cálidas derriten los glaciares de Groenlandia

Un influjo de aguas tropicales que se filtran en los fiordos de Groenlandia como desprendimientos de la Corriente del Golfo están acelerando el derretimiento de los témpanos del Artico, según comprobó un equipo del Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts.
Los científicos dicen que se trata de un proceso natural: en un período predominan las aguas frías y en el próximo es a la inversa. Pero el rápido aumento de temperaturas de los océanos subtropicales sugiere un desequilibrio que trasciende la variabilidad natural, dijo la investigadora Ruth Curry.
Curry y sus colegas del instituto exploraron el mes pasado los témpanos del fiordo en busca de pruebas de que las aguas de latitudes más cálidas, o subtropicales, se estuvieran filtrando en esta región remota y frígida.
Y las hallaron hasta la base de los glaciares que penetran el océano como lengüetas de hielo desde la capa helada maciza de Groenlandia.
Sumado a hallazgos similares en el oeste de Groenlandia, el descubrimiento podría ayudar a explicar por qué los glaciares han empezado a derretirse más rápidamente en la década pasada, un fenómeno que ha causado alarma porque contribuye a elevar los niveles del mar.
"Las medidas de por sí no son suficientes para concluir que el derretimiento del glaciar se debe en gran parte al agua subtropical. Pero creo que el panorama empieza a aclararse", dijo el director de la investigación, Fiamma Straneo.
El equipo halló aguas subtropicales con una temperatura de unos 4 grados centígrados (39°F) en las profundidades del fiordo.
"Hemos medido las aguas en su fuente y hemos comprobado que sus temperaturas suben, suben, suben de modo que no puede explicarse sin tener en cuenta la influencia humana", dijo Curry.
La investigación pone de manifiesto la compleja interacción entre los océanos y una atmósfera cálida.
Los océanos ayudan a contener el calentamiento global absorbiendo casi la mitad del anhídrido carbónico despedido por los seres humanos en la atmósfera, pero el agua también se expande al calentarse y eleva los niveles del mar.
También podría tener un fuerte impacto sobre el clima mediante mecanismos como el derretimiento de los glaciares y modificaciones en las corrientes oceánicas que calientan o enfrían diferentes partes del mundo.
En el período junio-agosto, la temperatura de la superficie oceánica mundial fue la más cálida desde 1880, según la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera. La temperatura de superficie era de 17 grados centígrados (62.5°F), 0.6°C (1°F) por sobre el promedio del siglo XX. Los meteorólogos lo atribuyeron a las pautas climáticas del fenómeno El Niño combinadas con el calentamiento global provocado por los seres humanos.
El Atlántico Norte ha experimentado grandes cambios en los últimos años.
La temperatura del agua que fluye hacia el Artico ha subido hasta 2°C (3.5°F) desde los años 90, dijo Helge Drange, profesor de oceanografía en la Universidad de Bergen en Noruega. "Esto sólo puede comprenderse como un efecto combinado de la variabilidad natural y el calentamiento provocado por el hombre", advirtió.

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