Desarticulan en Río de Janeiro una milicia parapolicial acusada de más de cien asesinatos

La Policía brasileña desmanteló hoy en la periferia de Río de Janeiro la que considera la principal milicia parapolicial de la zona, acusada de ser responsable de más de cien asesinatos, informó una fuente oficial. En la operación participaron agentes de las policías Federal, Civil y Militar de Río de Janeiro y fueron detenidos diez miembros del grupo conocido como "Bonde do Jura", liderado por el agente de la Policía Militar Juraci Prudencio, señaló el comisario Alexandre Capote, según la estatal Agencia Brasil. La misma fuente apunta que el grupo está integrado por nueve policías militares, un ex agente de ese cuerpo y cuatro guardias de seguridad privada. Capote señaló que el grupo actuaba en varias localidades de la Baixada Fluminense, en el extrarradio de Río de Janeiro, con negocios ilegales de venta de gas, conexiones clandestinas de televisión de pago, seguridad irregular y transporte de pasajeros, sector en el que tenía 60 vehículos en operación. El "Bonde do Jura" es considerado responsable de la muerte de unas cien personas, entre representantes de milicias rivales, testigos de sus crímenes y vecinos de las localidades en que actuaban, además de la de un policía al que mataron disparándole cerca de 50 tiros. La Policía también descubrió fuertes vínculos con otra milicia liderada por el ex diputado estatal Natalino Guimaraes, actualmente encarcelado. Las "milicias", como se las conoce en Río de Janeiro, son bandas integradas principalmente por policías y ex policías creadas para combatir ilegalmente el avance de los narcotraficantes en las favelas de Río de Janeiro. Estos grupos ilegales, que han expulsado a organizaciones de narcotraficantes de algunas favelas, también se imponen por la fuerza en esas barriadas populares y obligan a sus habitantes a pagar por supuestos servicios clandestinos. Los continuos combates entre las bandas de paramilitares, los grupos de narcotraficantes y la Policía han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.