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CAUSA ABIERTA

El gallo Mr.Clucky, verdadero icono de Miami Beach, amenazado con ser desalojado

El gallo Mr.Clucky, verdadero icono de Miami Beach, amenazado con ser desalojado

El gallo Mr. Clucky, verdadero icono de South Beach, deberá abandonar en unas semanas el estudio y el barrio donde ha vivido los últimos años, rodeado del cariño de residentes y turistas, debido a una orden de desalojo. Los vecinos le acusan de ruidoso y molesto, de cacarear a horas intempestivas, pero son muchos los que consideran a este orgulloso y estirado gallo de hermosa cresta roja parte esencial del imaginario de Miami Beach y sus calles con edificios de estilo "art deco". El propietario de Mr. Clucky, Mark Buckley, un carpintero vegetariano de 54 años, no está dispuesto a dar la batalla por perdida, pese a que las autoridades le han condenado a pagar una multa de 50 dólares y a desalojar al gallo y su novia, la gallina Wallflower, del apartamento donde viven. Los códigos de la ciudad son ley y ésta prohíbe la cría de pollos y animales de granja en zonas residenciales. Sin embargo, Buckley contraataca con un buen argumento: sus aves, dice, son mascotas que disfrutan de una vida mejor, libres del "gulag" de los gallineros. En una audiencia de la semana pasada, Buckley culpó a un vecino resentido de ser quien está detrás de la denuncia anónima y de los intentos de desalojar del apartamento a sus queridas gallináceas. Mr. Clucky, que tiene su propia página web (mrclucky.com), se mueve como una verdadera celebridad por las calles de Miami Beach. Es corriente verle a diario por la bulliciosa Lincoln Road encaramado al manillar de la bicicleta de Buckley, mientras su propietario se detiene para conversar con amigos y turistas que se acercan para acariciar al vistoso animal. En la audiencia, Buckley pidió al juez Joe Kaplan que llamara a su querido gallo a declarar (o cacarear) como testigo del caso, algo a lo que se opuso el magistrado. "¡Pero si es la prueba A del caso!", exclamó frustrado Buckley. Entre desconcertado y molesto, el juez añadió que no iba a aceptar que un gallo testificase. Así de claro, como el plumaje del animal.Poco después, la hermana de Buckley tuvo que sacar a Mr. Clucky de la sala donde estaba reunida la comisión, algo que debió disgustar al gallo, que no tardó en prorrumpir en sonoros cacareos que arrancaron las risas de los presentes en la sesión. "Mi gallo está pidiendo su segundo desayuno", explicó con naturalidad Buckley, quien es probable que pida esta semana a los concejales de la ciudad que hagan una excepción con su gallo y le permitan quedarse con él en el estudio de la playa.la página web del popular gallo ha recibido miles de visitas en las últimas semanas e innumerables mensajes de solidaridad de los cibernautas. Cuenta además con un catálogo de camisetas y gorras con el logo de Mr. Clucky a la venta y un despliegue de fotografías de los lugares que ha visitado. Mr. Clucky ha sido nombrado mascota de EarthSave, PETA (Personas por la Ética en el Tratamiento de los Animales) y Mejor Activista por la revista del sur de Florida Metromix.

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