Fría ejecución de un abogado conmueve a Buenos Aires

No le dio tiempo a nada. Se paró frente al coche en el que venía la pareja y disparó. El tiro le dio en el pecho a un abogado de 28 años y lo mató. Todo pasó anoche, en Vicente López, durante un intento de asalto. "Ni siquiera les dijo que les iba a robar el auto, directamente les disparó", se lamentó Graciela, la suegra del joven asesinado. La mujer contó esta mañana a Clarín cómo fueron los hechos que terminaron con la vida del joven abogado. Maximiliano había ido a buscar a su novia, Romina, a la facultad y la llevaba hasta a su casa, en la localidad de Florida. A pocos metros de la casa de la chica, ubicada en la calle Roca al 1900, un joven que cruzaba la calle le apuntó al coche en el que viajaba la pareja. "Fue una cosa totalmente injusta porque ni siquiera les dijo que les iba a robar el auto. (El agresor) se paró frente a ellos, corriendo en el medio de la calle, y les disparó. Le dio en el pecho a Maxi, eso fue lo que lo mató", relató la madre de Romina. Una maniobra con el auto habría provocado el disparo. "Como Maxi reculó para entrar en casa, se ve que (el asaltante) pensó que se iba a escapar y le disparó", agregó la mujer. Su novia, al ver lo que pasaba se arrojó del auto, que terminó chocando contra una casa, y empezó a pedir ayuda al guardia que custodiaba la cuadra desde una garita, ubicada en la esquina. Los gritos desesperados de Romina alertaron a su familia, que salió a la puerta para ver qué había pasado. "Estabamos preparando la cena porque ella (la chica) estaba por llegar. Escuchamos los gritos y salimos, pensando que se trataba de un choque o de una pelea en la calle. Nunca pensamos que le había pasado algo así a Maxi", señaló. La escena que vio entonces la shockeó. "Mi hija estaba corriendo por la calle, pidiendo auxilio. Y Maxi ensangrentado, en el auto, sin siquiera poder moverse. Esto es algo que no me voy a olvidar más", dijo. Lo que siguió fue igual de dramático. Un hermano de Romina fue hasta una clínica ubicada a media cuadra del lugar a buscar a un médico para que asistiera a Maximiliano. Pero no consiguió que nadie fuera con él. "Eso me desespera, porque él estaba vivo entonces", dijo. Destrozada por lo que pasó, Graciela se quejó porque hoy los asaltantes "te matan por matar". Y agregó que si su hija no se hubiera arrojado del auto, habría corrido la misma suerte que su novio. "Si mi hija no se tiraba del auto, el segundo tiro era para ella", afirmó. "No sólo se quería llevar el auto, los quería matar a los dos", aseguró Graciela. Y concluyó: "Estamos indefensos, vivimos encerrados y con alarmas. Ya no se puede ir a trabajar o a estudiar".