"No soy un santo..."

"Hay en movimiento un mar de hermosas muchachas", se sinceró el primer ministro italiano ante periodistas. La difusión de audios de supuestos diálogos con una prostituta de lujo causaron revuelo en el país. "No soy un santo". Con esas palabras se refirió el primer ministro italiano al escándalo que lo envuelve desde hace largas semanas por su supuestos contactos con prostitutas de lujo, un revuelo que tomó altura días atrás a raíz de la difusión de los audios de las conversaciones que mantuvo con una de ellas. "Hay en movimiento un mar de hermosas muchachas. Yo no soy un santo, lo han entendido todos, esperemos que lo comprendan también los amigos de (el diario) La Repubblica", dijo Berlusconi a la prensa durante la inauguración de una autopista entre Brescia y Milán. El semanario L'Espresso publicó entre el lunes y el martes grabaciones de las noches que pasó Patrizia D'Addario, una prostituta de lujo, en la residencia romana del premier italiano. Los audios demuestran que es falso que Berlusconi no conocía a la mujer, aunque el líder conservador afirma que son "inventados". Pero el escándalo podría trepar a niveles aún más incandescentes si, como afirmó ayer el diario La Stampa de Turín, lo que más tiene nervioso a Berlusconi es que hay fotos que Patrizia D'Addario tomó durante la noche de pasión que transcurrió en la residencia del jefe del gobierno. La revista española Interviú publica un sesión de fotos de D'Addario, por las que pagó 32 mil euros, y contiene también una entrevista en la que cuenta sus dos encuentros en el Palazzo Grazioli con Berlusconi, a mediados de octubre y en la noche fatal del 4 de noviembre. Mañana alimentarán el escándalo las imágenes y los textos que publicará el semanario italiano Novella 2000, que promete las fotos del "backstage", o sea los entretelones, del servicio de la revista española Interviú.