Las fantasías sexuales

Son productos de la imaginación que todos somos capaces de crear. Silenciosas o confesas; cumplidas o soñadas; frecuentes o esporádicas… todo cabe en este maravilloso crisol onírico que fabrica nuestra cabeza en torno al sexo. Imaginaciones plagadas de contenido que empiezan a "salir del armario" ¡Sí! Afortunadamente, ya admitimos que fantaseamos con el sexo (sobre todo las mujeres). Si no se tienen, es síntoma de que algo no va bien en uno/a mismo/a. Y es de las primeras cosas que hay que reparar. Es el estimulante más personal y ofrece infinitas posibilidades… Y además, ¡gratis! En esto también hay algunas diferencias de género, sobre todo en cuanto a la temática. Pero, apoyándonos en las investigaciones sexológicas en este tema, es más lo que nos une que lo que nos separa. Es decir, tanto hombres como mujeres fantaseamos y para los mismos objetivos: para la masturbación, para romper la rutina, para mantener relaciones platónicas, para recrear momentos vividos que nos gusta rememorar, para imaginarnos haciendo cosas que no hemos probados o que nunca nos vamos a permitir en la realidad. No hay que temer al contenido de las fantasías. El hecho de que imaginemos sobre ciertas cosas no quiere decir que lo vayamos a llevar a la práctica, sino trasladándolo a otro tema, ¿cuantas veces hemos imaginado que volamos y no por ello nos lanzamos al vacío cuando estamos cerca de una ventana? Otra cuestión que nos plantean a los sexólogos es el hecho de contarlo o no a las parejas. Esto podemos verlo de dos formas: se pueden contar como juego de pareja o si queremos llevarla a cabo con ella. Pero tenemos que advertir que no siempre sale como deseamos o con el efecto imaginado; así que ¡ojo! Porque lo que puede pasar, es que pierda el valor de fantasía. También podemos optar por mantenerlas en la privacidad de nuestra mente. Esta opción es bastante recomendable, sobre todo, si la fantasía incluye a personas conocidas por la pareja.
Y, ¿con qué solemos fantasear? La temática es variada y como muestra un botón: tríos, sexo en grupo, practicas de dominio, look sado (conocido con el nombre de bondage), relaciones homosexuales (aunque no se tenga esa orientación sexual), mirar y ser mirado, relaciones con famosos/as, relaciones prohibidas con personas conocidas, usar juguetes eróticos...¿Cuál es la tuya? Por: Isabel Díaz <http://www.onsalus.com/blog/isabeldiaz>