Honduras: Micheletti negociará y Arias será mediador; Zelaya en Washington

El gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, encargó al premio Nobel de la Paz y presidente costarricense Oscar Arias mediar en el conflicto por la destitución de Manuel Zelaya, lo que fue aceptado por éste y por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una reunión en Washington. Micheletti anunció este martes en una radio local que el presidente de Costa Rica había "aceptado ser mediador" para buscar una salida al conflicto generado por el golpe de Estado del 28 de junio. Desde San José, el presidente Arias confirmó la propuesta de Micheletti, pero dijo que sólo aceptará el encargo si "es aceptado por ambas partes". "Esta mañana recibí una llamada de don Roberto Micheletti" para pedir la mediación, "pero mi respuesta es la misma de siempre: es muy honroso para mi y para Costa Rica ayudar, pero una mediación sólo tiene sentido si es aceptada por ambas partes", declaró. Finalmente, tanto Zelaya como la jefa de la diplomacia estadounidense, con quien se reunió este martes en Washington, aceptaron la propuesta de Micheletti de que Arias sea el mediador de esta compleja crisis. Los que buscan una solución en Honduras "necesitan un mediador, y nosotros apoyamos al presidente Arias de Costa Rica", dijo Clinton tras reunirse con Zelaya en Washington. La crisis comenzó cuando los militares -en cumplimiento de una orden judicial- sacaron a Zelaya de su casa y lo enviaron precisamente a Costa Rica. Arias contribuyó a la pacificación de Centroamérica en los años 80, lo que le valió el premio Nobel de la Paz en 1987. Micheletti, que tras la suspensión de Honduras de la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) ocurrida el sábado se ha mostrado mucho más dialogante, aseguró: "Estamos abiertos al diálogo". "Queremos que se nos escuche", dijo, señalando que la única versión de lo que pasó en Honduras la han dado los países "del Sur de América", en referencia a los miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), que lidera el venezolano Hugo Chávez. Sin embargo, Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder. "De ninguna manera, él cometió delitos, tiene que pagar", dijo, en referencia a los 18 delitos -incluyendo traición a la patria- de los que le acusa la Justicia, que ha emitido una orden de captura por ello. Sin embargo, la esposa de Zelaya, Xiomara Castro, aseguró a la prensa que "todo es negociable", menos el hecho de que su marido debe volver a la presidencia. Xiomara Castro encabezó este martes una multitudinaria manifestación en Tegucigalpa para pedir el regreso de su marido, que rivalizó con otra de apoyo a Micheletti. "Mel puede regresar entre miércoles y jueves a pesar del peligro que pueda correr su vida", dijo Castro, que hasta ahora había estado refugiada en la embajada estadounidense. El derrocado presidente trató el domingo de regresar a Tegucigalpa, pero tuvo que desistir después de que el régimen de facto bloqueara la pista del aeropuerto de la capital con vehículos militares y lo obligara a desviarse a Managua. La Corte Suprema de Justicia de Tegucigalpa también ha empezado a emitir señales de diálogo, al reconocer que en el caso de que el Congreso Nacional decida amnistiar al presidente -el único con potestad para hacerlo- se le retirarían los cargos "políticos", en particular el de traición a la patria, susceptible de cárcel. "El único que tiene potestad para la amnistía (de Zelaya) es el Congreso", declaró el portavoz de la Corte Suprema hondureña Danilo Izaguirre a la AFP. Por su parte, Interpol decidió rechazar la orden de captura internacional contra Zelaya emitida por la fiscalía hondureña, alegando que los cargos que se le imputan son de tipo "político". (Foto del avión que, al no poder aterrizar, evolucionó media hora sobre el aeropuerto de Tegucigalpa con Zelaya en la cabina)