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CAUSA ABIERTA

Países del Alba retiran embajadores de Honduras

Países del Alba retiran embajadores de Honduras Los líderes del Alba, uno de los grupos regionales que se reunieron el lunes en Managua para analizar el golpe de estado en Honduras, acordaron retirar a sus embajadores de Tegucigalpa, entre las medidas propiciadas para lograr la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya y rechazar al gobierno erigido en su lugar. Los presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y del Grupo de Río también tenían reuniones programadas en la capital nicaragüense para analizar la situación, aunque en ambos casos rechazaron el procedimiento que apartó forzosamente del poder a Zelaya. La declaracion del Alba leída por el canciller de Ecuador Fander Falconí en la sede del Frente Sandinista de Liberación Nacional exhortó a los países de Unión de Naciones de Sudamérica (Unasur), al SICA, Caricom, Grupo de Río, ONU y OEA "a proceder en igual forma ante los agresores del pueblo hondureño" y retirar a sus diplomáticos en Honduras. Los presidentes de Venezuela. Hugo Chávez; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Bolivia, Evo Morales; y de Ecuador, Rafael Correa, así como el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, estuvieron en la lectura de la declaración que también informó que no los países del Alba no aceptarán a ningún diplomático de Honduras designado por el presidente designado Roberto Micheletti. El mandatario mexicano Felipe Calderón, quien preside temporalmente el Grupo de Río, expresó al llegar a territorio nicaragüense a nombre del "gobierno de México y del Grupo de Río nuestro más enérgico rechazo al golpe de Estado ocurrido el día de ayer en Honduras". Dijo que en el transcurso del día, diversos mandatarios y representantes analizarán la situación en Honduras y "el curso de acción" que tomarán las naciones latinoamericanas, según declaraciones reproducidas en la ciudad de México por la radio Formato 21. Calderón llegó acompañado de la canciller hondureña Patricia Rodas, quien había llegado a la capital mexicana horas antes. Zelaya arribó a la capital nicaragüense la noche del domingo, procedente de Costa Rica, hasta donde fue expulsado por los golpistas y sostiene que sigue siendo presidente de su país. Micheletti reclamó en Tegucigalpa que los acontecimientos que desencadenaron en su nombramiento no pueden catalogarse como un golpe de estado. Zelaya recibió el domingo respaldo de Estados Unidos, la OEA, la Unión Europea. El lunes, el presidente de la asamblea general de las Naciones Unidas, el nicaragüense Miguel D'Escoto, condenó el ataque contra la democracia en Honduras e instó a los 192 países miembros a evaluar medios de restaurar pacíficamente en la presidencia a Zelaya. El gobernante venezolano destacó "la capacidad de respuesta rápida de los mecanismos de integración de nuestro continente". En declaraciones vía telefónica desde Managua transmitidas el lunes en Venezuela por la televisora estatal, Chávez catalogó los acontecimientos en Honduras como un "atropello flagrante, descarado de una elite burguesa contra un pueblo, contra un gobierno, contra las instituciones y eso no estamos dispuesto a tolerarlo". Recordó que los eventos se asemejan al golpe que él mismo padeció en abril de 2002. "Aqui no hay negociación posible con los golpistas de Honduras. Exigimos el inmediato retorno del presidente y que se retome el camino democrático en Honduras", manifestó el líder y principal promotor del Alba. La reunión del SICA convocada por el presidente nicaragüense Daniel Ortega y la del Grupo de Río, convocada por los cancilleres centroamericanos, tiene como único objetivo, según declararon "analizar la situación de Honduras". La declaración del Alba expusó que "la suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constitucionales se tipifican como delitos de traición a la patria", por lo que el pueblo hondureño "tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional". En Nicaragua se encontraban el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y los presidentes de Panamá, Martín Torrijos; de Guatemala, Alvaro Colom; de El Salvador, Mauricio Funes; de Costa Rica, Oscar Arias. Micheletti decretó un toque de queda ante las protestas enderezadas por simpatizantes de Zelaya. En la capital hondureña cientos de militares se encontraban desplegados en las calles. Los cortes en los servicios de electricidad y telefónico dificultaban las comunicaciones. En la reunión del SICA, que estaba programada de antemano para el lunes, también se traspasará la presidencia protempore, que ostenta Ortega, al presidente de Costa Rica, Oscar Arias. Zelaya dijo que un grupo de militares encapuchados lo secuestró, lo llevó al aeropuerto y lo envió en un avión a Costa Rica.

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