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CAUSA ABIERTA

En el "infierno barranquillero", un periodista de Colombia se acordó del "Maracanazo"

En el "infierno barranquillero", un periodista de Colombia se acordó del "Maracanazo"

La historia del fútbol está repleta de gestas increíbles: el 'Maracanazo' de Uruguay a Brasil en el Mundial del 50, el título de Grecia en la Eurocopa del 2004, el triunfo de Corea a Italia en 1966... Me puedo gastar toda esta página recordando esas victorias, esos momentos en que el ratón espantaba al león, eso que los viejos cronistas llamaban los triunfos de David sobre Goliat. Once Caldas ya había hecho una vez eso: cuando logró el título de la Copa Libertadores de América, superando al gigantesco Boca Juniors argentino. Y ayer dio un golpazo futbolístico impresionante al derrotar con una lección infinita, soberbia, de fútbol, planteamiento, entrega, orden, estrategia, garra, táctica, al superfavorito Junior 1-3 en el infierno barranquillero y se coronó campeón del Apertura-09, el tercer título. Caldas llegó a Barranquilla con el bajo perfil de su técnico, Javier Álvarez (al que muchos todavía le dicen que es un "pésimo entrenador"), abajo en el favoritismo, con sus tres mejores jugadores suspendidos; y no solo defendieron el triunfo que habían conseguido en Manizales sino que volvieron a vencer ¡y de qué manera! Caldas le dio una bofetada a los que critican el fútbol de ataque. Jugó un partido perfecto: ayer, de visitante, planteo un partido de ataque, sorprendió al Junior teniendo la bola y pateándole al arco a Berbia... Y cuando tuvo que defender lo hizo como le gusta a quienes le hacen reverencias a los candados defensivos: cerraditos, dos líneas de cuatro una cerquita a la otra, con relevos, escalonamientos y doblajes de marca; con jugadores atentos, que no fallaron. Un planteamiento impecable, con Ariel Carreño y Dayron Pérez gigantes en las bandas del medio campo, atacando y defendiendo; con el portero Héctor Landázuri espectacular en el mano a mano... Gran juego de conjunto, potenciado con sobresalientes trabajos individuales. ¿Junior jugó mal? Más que eso, Caldas fue infinito, le pasó por encima. Porque Junior tuvo lo suyo y bien pudo cambiar el destino del juego cuando Teófilo, Giovanni y Ruiz tuvieron para abrir la cuenta o ponerse 2-1 parcialmente arriba, 9o igualar a dos goles, pero Landázuri estuvo inmenso. De trabajos individuales para rescatar, el de Óscar Julián Ruiz, el juez, que dio otra lección de arbitraje (por algo es el mejor del país y del continente) y del lateral Wilson Berrío que validó el segundo gol del Caldas sin temblarle la bandera. El fútbol tiene esto que lo hace el deporte y el espectáculo más bello del mundo: el ratón se convierte en león y ruge de merecida felicidad. SÍ A la gallardía de la afición del Junior en el estadio: aplaudió al campeón. SÍ A la gallardía de los jugadores del Junior: supieron perder. (Por Gabriel Meluk, diario El Tiempo)

 

 

 

 

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